Uno de los momentos de la verdad a la hora de arrancar un proyecto es la presentación del mismo ante a los inversores. Pero los inversores no sólo analizan sus características, sino también quiénes son los encargados de llevarlo a cabo.
En este octavo post de la serie de consejos a emprendedores que damos desde Intelectium vamos a describir, desde nuestra experiencia, qué aspectos valoran los inversores en un equipo emprendedor.
Podemos considerar que en el perfil perfecto de un emprendedor que convenza a los inversores se mezclan los siguientes rasgos:
Generosidad y honestidad
Para levantar una empresa es imprescindible rodearse de buena gente. Y atraer este tipo de recursos suele ser caro. Como al principio suele haber pocos recursos, el emprendedor debe atraerlos con la promesa de recompensas posteriores. Es decir, compartiendo con ellos acciones de la compañía.
Esto requiere un ejercicio muy importante de inteligencia analítico-emocional: al repartir, conviene que el emprendedor conserve una parte suficiente para preservar la motivación, teniendo en cuenta, además, que esa parte se va a ir diluyendo con las siguientes entradas de capital en la empresa.
Los inversores no quieren emprendedores egoístas. Egoísmo suele ser sinónimo de conflictividad. Y la conflictividad, además de afectar a las relaciones de trabajo, distrae al emprendedor de su tarea principal, que es hacer que el pastel a repartir sea más grande para todos, de forma que todos tengan un pequeño trozo, pero valioso.
El chip de la austeridad
Por supuesto, egoísta no es sinónimo de austero. De hecho, este es otro de los rasgos que más buscan los inversores en el emprendedor. En España, e incluso en Europa, el capital disponible para lanzar startups es limitado. Y para poder alcanzar el mismo nivel de éxito equiparable al de los emprendedores norteamericanos, los de aquí tienen que ser más capaces de hacer más con menos (“resourceful”). El inversor debe ver que el emprendedor no se ahogará en un vaso de agua ni gastará demasiados recursos en la etapa de lanzamiento de la empresa.
Análisis y decisión
La inteligencia analítica es el siguiente rasgo que un emprendedor debe tener. Y una inteligencia analítica que se transforme rápidamente en decisión. En un entorno tecnológico tan competitivo como el actual, se van presentando desafíos que es necesario evaluar rápidamente para pasar cuanto antes a la acción. Para un inversor, la inteligencia analítica es capacidad de interpretar rápidamente las señales que llegan.
Pero no esto no surge por ciencia infusa: el emprendedor debe conocer metodologías de investigación de mercados sofisticadas, que van más allá de las encuestas tradicionales y los focus groups que enseñan en muchas escuelas de negocio. Así, la inteligencia analítica tendrá una ejecución correcta.