Se dice frecuentemente, y es verdad, que los emprendedores deben poner de manifiesto los logros conseguidos cuando presentan sus proyectos a inversores potenciales. Ocurre sin embargo que, en ocasiones, el énfasis que se pone en éstos resulta contraproducente.
Pongamos un ejemplo: supongamos que la startup en cuestión ha sido seleccionada para participar en el programa Wayra de Telefónica. Esto es un logro reseñable, qué duda cabe.
Nuestro amigo el emprendedor está buscando financiación y lógicamente menciona su pertenencia a Wayra en su presentación como un logro importante. Habla del programa, sus ventajas, las posibilidades tecnológicas que le abre su colaboración con Telefónica, las opciones internacionales que le permite Telefónica, los acuerdos comerciales gracias a la red de Telefónica… Todo esto suena de manera maravillosa.
Pero al inversor experimentado le asaltará inmediatamente una duda: “el programa Wayra tiene una duración de unos pocos meses… ¿qué pasará cuando esta startup salga de él?”. Lo que pasará, tal vez piense este inversor potencial, es que la piedra angular que explica los logros de esta empresa se desvanecerá en el aire y nos quedaremos con una startup que no sabemos bien qué será, pero desde luego nada tan fantástico como lo que nos han descrito.
Lo mencionado en este caso es de aplicación en otras muchas cuestiones: alianzas con empresas importantes, clientes, acuerdos de desarrollo conjunto con instituciones… Pero, ¿es que debemos minusvalorar tales logros?
En absoluto. Debemos ponerlos de manifiesto, pero con un matiz: nunca, nunca, nunca permitir que el inversor se lleve la sensación de que ese logro es la única base de nuestro éxito.
En otras palabras, como emprendedores debemos siempre demostrar que nuestro proyecto tiene la suficiente versatilidad como para que si careciésemos de tal acuerdo o contrato nuestra startup sería igualmente viable. Perderíamos algo importante, desde luego, pero no caeríamos a la lona.
La forma de hacerlo no es minusvalorando el logro, sino vistiendo alrededor de él un proyecto sólido capaz de adoptar otras alternativas estratégicas que garanticen su futuro en caso de que tal logro se malogre.
Espero que esta recomendación os sea útil. Por mi parte se acercan días importantes. El próximo lunes 11 de febrero sale al mercado mi novela “El informe Müller”, lo cual será mi principal “startup” de este semestre. Si os gusta la ficción de intriga y espionaje os animo a que visitéis la web de la novela que acabamos de poner online. Es muy sencillita, al primar el contenido sobre el diseño. También tenéis el Facebook. Gracias por vuestra atención.