Esta semana ha sido noticia el nacimiento del bebé de Piqué y Shakira. Antes de cumplir 24 horas el neonato ya tenía cuenta en Twitter.
Evidentemente el pequeño no es el autor de los tuits publicados. Fue creada por Unicef y en ella se indica la forma de hacer donaciones a esta ONG. Además, por supuesto, de ser el medio que han usado los nuevos padres para dar detalles sobre el parto y primeras horas de vida de Milan.
El hecho de tener cuenta correctamente gestionada demuestra en sus padres no tener ningún miedo a las redes sociales. Es curioso como las personas cada vez apostamos más por esta forma de comunicarnos y las empresas lo hacen porque no les queda otro remedio.
Salvo excepciones, pocas son las grandes corporaciones que han llevado la iniciativa. Muy pocas las que han sido protagonistas del crecimiento de lo que llaman socialmedia. Se han quedado apostando por los canales tradicionales. Claro, cuando han visto que las personas ya no nos comunicamos como antes han querido adentrarse en ese mundo. Algunas van un poco perdidas y tratan de hacer lo mismo que en los otros medios, así les va. Otras, apuestan tímidamente por ellas y pocas lo hacen realmente bien.
Los que sí que lo hacen bien son las Pymes. Cuanto más pequeña es la empresa más claro ve el potencial de las redes sociales y la necesidad de estar en ellas. Incluso antes que en los demás medios.
Se podría decir que en eso las Pymes aventajan ampliamente a las grades que, en general, con más recursos no están sacando tanto partido. La mayoría de los emprendedores también lo tienen claro y su presencia es la red es, incluso, anterior a la puesta en marcha del negocio.
Pero eso no es lo único en lo que las pequeñas y medianas empresas superan a las grandes corporaciones. El mundo se ha subido al carro de las nuevas tecnologías y se ha visto obligado a avanzar al mismo ritmo que estas. A uno vertiginoso para quien no está acostumbrado. Las estructuras de las pymes son mucho más flexibles. Y suelen estar llenas de personas polivalentes. Lo cual hace que se adapten mejor a los cambios del mercado. Cambios que cada vez ocurren más rápido y con mayor frecuencia.
La capacidad de comunicarse directamente con su cliente a través de las redes, sin miedo. Y poniendo a disposición del cliente desde el CEO hasta el conserje. Todo eso unido a la flexibilidad de la que hablaba, hacen que sean mucho más capaces de orientarse al cliente. De dar lo que su mercado demanda.
Tradicionalmente las Pymes se han fijado en las grandes empresas. Han adaptado sus modelos de gestión para imitarlas a pequeña escala. Pero esto ha cambiado. Por primera vez las grandes corporaciones que mejor se adaptan a los tiempos son aquellas que están importando y adaptando modelos de gestión como los de las pequeñas y medianas empresas.
Por primera vez un autónomo, una empresa con pocos empleados, un negocio familiar, son un modelo a imitar por grandes empresas. Por esas que andan un poco perdidas en este nuevo mundo en el que se han quedado como espectadores.