En nuestro mundo globalizado, las inversiones en startups ya no se piensan vinculadas a un país. Por el contrario, los inversores buscan startups compuestas por los mejores ingredientes que cada territorio puede ofrecer. Así es como España, Argentina, Chile y Brasil forman los cuatro basamentos de una startup ideal ante la mirada del inversor global.
Los inversores de todo el mundo están permanentemente al acecho de nuevas oportunidades y, en honor a esa búsqueda, es habitual que surjan conversaciones acerca de los elementos que más valoran de cada país.
Latinoamérica y la península Ibérica, forman una de las regiones lingüísticas más grandes y culturalmente más cohesionadas del mundo, convirtiéndose así en el próximo gran destino de los inversores. Sin embargo, hay determinados países que tienen “fama” de guardar las más preciadas piezas que un inversor pueda desear a la hora de componer la startup ideal.
Argentina es reconocida por el talento de sus emprendedores. Existe una alta proporción de la población que es emprendedora con diferenciales competitivos como la pasión, la creatividad y la versatilidad. Una startup con “talento Argentino” es muy bien valorada por los inversores globales.
Chile es un país reconocido por brindar una excelente plataforma para la creación de empresas.
Las sociedades se crean de manera simplificada y a bajo costo, existen innumerables programas de incubación y aceleración de startups, y el gobierno chileno es el principal co-inversor de los nuevos emprendimientos con la particularidad de serlo también en proyectos de origen extranjero que se instalen en ese país, siendo así uno de los mayores polos de atracción para startups e inversores de todo el mundo.
Una startup con talento Argentino y con base en Chile es doblemente bien valorada por los inversores globales.
Brasil es un mundo en sí mismo. Tiene la particularidad de valorar los productos y servicios que están en su propia lengua más que en español o inglés, y por tanto requiere de entrar con un buen grado de preparación y adecuación para no chocar en el camino contra su cultura, pero al mismo tiempo concentra más de un tercio de la población latinoamericana y es señalada como una de las principales potencias mundiales emergentes.
Una startup con talento Argentino, con base en Chile y con mercado potencial en Brasil, es triplemente bien valorada por los inversores globales.
La península Ibérica concentra una población equivalente al 10% de la población Latinoamericana. Tiene la particularidad de tener todas las variables equilibradas (talento, apoyo para las inversiones, mercado para las operaciones).
Un detalle no menor es que hay un enorme océano que los separa del resto de “LatAm” haciendo que sólo muy pocas startups consideren tener un mismo equipo para Latinoamérica y para la península Ibérica. Habitualmente hace falta tener equipos locales en cada una de estas grandes regiones, por lo cual, replicar el negocio en el otro continente con socios locales parece ser una de las mejores maneras de crecer.
Una startup con talento Argentino, con base en Chile y con mercado potencial en Brasil y con socio Español, es cuádruplemente bien valorada por los inversores globales.
Claro está que éste es un ejercicio para rescatar algunas de las características que habitualmente se hacen presente en las conversaciones entre inversores y no constituye pronóstico alguno acerca del éxito de la startup ni de la capacidad para conseguir inversión.
En especial, emprendedores talentosos existen en cantidades generosas en todos los países. Es un imaginario que puede valer mucho en tanto sirva para disparar nuevas ideas emprendedoras.