Los cambios y la evolución de las TICs están dando lugar a nuevos modelos de negocios que abren una puerta a posibilidades para emprendedores y compañías. Pero también están desarrollando nuevos perfiles de consumidores.
Si lanzamos un negocio tecnológico nuestro target está en clientes con interés por las nuevas tecnologías e internet, lo que coloquialmente denominamos geek.
Las tecnologías se van introduciendo de manera progresiva en la sociedad por lo que no todas las personas las adoptan instantáneamente y a la misma vez. A esto se le suma la continua evolución y aparición de novedades en este campo.
Por eso, cuando creamos nuestro modelo de negocio con base tecnológica tenemos que tener muy claro cuál será el perfil de cliente al que va dirigido nuestro producto y centrarnos en ese target concreto. Nos dirigiremos a una parte del grueso de la masa que está interesada por la tecnología y que la usa en su día a día o al menos está habituado a ella.
Si no delimitamos en este sentido y nos dirigimos a un target amplio sin acotar entre clientes con perfil tecnológico, nuestro producto no cuajará porque el perfil de usuario al que estaremos dirigiéndonos no estará interesado en él.
Para empezar, si estamos hablando de tecnología sabemos que nuestro cliente debe tener al menos una base mínima en el manejo de las mismas, son clientes innovadores y que asumen los cambios de manera más o menos rápida, son early adopters.
A partir de ahí, y dependiendo de la complejidad o características técnicas de nuestro producto o servicio, iremos buscando un cliente más experto en el manejo de las nuevas tecnologías. Aquí es donde entran en juego los clientes geek, los apasionados por la tecnología y a los que le gusta ser los primero en probar todo lo nuevo en este ámbito.
La clave al lanzar nuestro producto tecnológico estará en centrarnos en el cliente más avanzado, al que le gusta la tecnología y se presta a adoptar todo lo nuevo que entra en el mercado en esta línea.
