Los emprendedores deben mirar más allá del producto y del proceso para centrarse en formas de innovar en su modelo de negocio. Un modelo de negocio original puede traer consigo oportunidades para generar flujos de caja nuevos, en contraposición de un modelo antiguo.
Cuáles son las seis preguntas que nos debemos plantear:
1.- ¿Qué necesidades se pueden satisfacer a través del nuevo modelo de negocio?
2.- ¿Qué actividades nuevas son necesarias para satisfacer las necesidades?
3.- ¿Cómo se podrían vincular entre si las actividades de una forma nueva?
4.- ¿Quién debería realizar cada una de las actividades del modelo de negocio?
5.- ¿Cómo se crea valor a través de la novedad de modelo de negocio para cada miembro?
6.- ¿Qué modelo de ingresos se adecua mejor al modelo de negocio de la empresa para maximizar el valor total?
Abordar las seis preguntas puede ayudar a los emprendedores a percibir con mayor claridad la identidad de su empresa en el contexto de las redes y los ambientes en los que operan las organizaciones.
Sin una perspectiva del modelo de negocio, una empresa es simplemente un participante en una red colapsada y de conflictos. Adoptar la perspectiva del modelo de negocio puede ayudar a los emprendedores a estructurar deliberadamente los sistemas de actividades de la empresa, el diseño y la estructuración de los modelos de negocio.
Esto es una tarea clave para los emprendedores y puede ser fuente importante de innovación, ayudando a la empresa a ir más allá de una estructura tradicional de socios, competidores y clientes.
En definitiva, lo más importante, es darle el enfoque del pensamiento sistemático a la hora de analizar la innovación, sin establecer un sistema de decisiones aisladas e individuales.
El mensaje claro para los emprendedores: a la hora de innovar, deben de analizar el conjunto del sector, no cada empresa, y elaborar así el diseño global de su sistema de actividades antes de optimizar los detalles.
