Generalmente cuando decidimos crear un negocio nos fijamos en un target determinado al que dirigiremos nuestro producto o servicio.
Aún así, ese target suele estar conformado por un gran grupo de personas entre las que se encontrarán clientes que nosotros consideramos potenciales pero que realmente no estarán interesado en nuestro producto.
Por eso, para evitar trabajo y gastos innecesarios, podemos valernos de los embudos o funnel de ventas. Este sistema consiste en ir filtrando a nuestro público objetivo, haciendo una criba hasta quedarnos con clientes hiper-receptivos.
El primer paso será captar a dicho clientes potenciales, captar leads. Es una fase muy dinámica en la que entra en juego nuestra estrategia de marketing en los diferentes campos de la comunicación. En este sentido, con el desarrollo de internet los métodos más utilizados se centran en el medio online.
Con nuestra estrategia de marketing atraeremos a clientes que de alguna manera estén interesados en nuestro producto. Pero ¿cómo sabremos si están interesados de verdad? Generalmente utilizaremos el método de las listas de suscripciones o registros online.
A partir de aquí estableceremos una cadena de comunicación con este grupo de clientes potenciales mediante la que intentaremos ir diferenciando clientes cualificados de los que no lo son, y descartaremos a estos últimos. Hay que realizar muy bien este proceso para quedarnos sólo con los clientes hiper-receptivos con lo que ofrecemos y centrarnos en ellos.
Durante todo el proceso del embudo tendremos que desarrollar técnicas de marketing para la captación de clientes potenciales o mantener la atención de los que consideramos cualificados. Para ello debemos estar al día de las técnicas de marketing e ir avanzando con ellas, probarlas y quedarnos con las que funcionen.
Así, si conseguimos desarrollar un buen funnel de ventas obtendremos una base de clientes hiper-receptivos y que nos reportarán amplios márgenes de beneficios cuanto más al extremo del embudo vendamos nuestros productos.
