Pareciera que la desgracia más grande de un emprendedor es no poder rentabilizar su negocio, no poder conseguir clientes, no superar la travesía del desierto.
Sin embargo encontrar el oasis de la rentabilidad no es el paraíso para muchos emprendedores que se encuentran al final de la aventura esclavizados en sus negocios y llegan hasta aborrecerlos. Y todo porque el TIEMPO se cayó de su modelo de negocio.
No te confundas con el título del post. No quiere decir que no inviertas tiempo en tu modelo de negocio, quiere decir que no pierdas de vista que el TIEMPO debe estar en tu modelo de negocio, como lo está el dinero, y esto rara vez se toma en cuenta.
Y no me refiero al tiempo que tardarás en tener beneficios, que también debe estar, sino al tiempo que invertirás en su funcionamiento una vez que el proyecto llegue a velocidad de crucero.
No vamos a mentir, crear un negocio demandará mucho esfuerzo y la aventura tendrá un final incierto. Pero hay algo que la mayoría de los emprendedores que se lanzan en este camino se olvida de poner en el mapa: Una vez que la maquinaria del negocio se ponga en funcionamiento, ésta debe poder funcionar la mayor parte del tiempo sin la presencia de su dueño.
Si una vez que el negocio esté en marcha, su dueño no puede tomarse vacaciones, ponerse enfermo ni dedicarse a preparar su próximo proyecto para cuando el actual comience su etapa de declive, entonces hay malas noticias: No tienes un negocio, sino que acabas de comprarte un trabajo. Y no hay peor negocio que tener un trabajo por cuenta propia, donde si te pones a sacar cuentas, muy probablemente ganes menos por hora que la señora que te limpia la oficina, con lo cual te convendría dedicarse a lo que ella hace sin arriesgar tanto en el camino.
Para generar un negocio que te proporcione libertad y no solo beneficios, éstas son algunas de las cosas que debes considerar en tu modelo de negocio:
Las funciones del negocio pueden delegarse de forma rentable: Haz un listado de todas las cosas que debes hacer en tu negocio e identifica las que tienen menor valor agregado. Verifica que puedas delegarlas a un coste lógico y ocuparte de lo más importante (o de lo que te produzca más placer).
Los procesos operativos pueden automatizarse: Identifica y analiza todos los procesos de tu negocio y verifica que puedas quitarte del medio, que no tengas que atender siempre el teléfono ni responder todos los mails, que puedas utilizar contestadores y respuestas automáticas y utilizar un listado de preguntas frecuentes para quitarte a ti mismo de la ecuación.
Puedes aplicar a tus funciones conceptos de productividad personal: Si tu negocio es una tienda con 12 horas de atención al público 6 días a la semana y no puedes permitirte contratar a nadie, no habrá sistema de productividad personal posible que te permita liberar tiempo. Pero si se trata de una tienda on-line o de un negocio donde sí puedes delegar tareas, verifica que puedas aplicar a las que tienes tú todos los buenos hábitos de productividad que puedas aprender.
Los ingresos y los gastos soportan la regla del 20/80: No todos los clientes son rentables, y no todos los gastos son inversiones. Analiza la rentabilidad de tus clientes y el retorno en tus gastos de publicidad y marketing, identifica el 20% que te genera el 80% de tus beneficios, elimina el resto, identifica las características de ese 20% con el que te has quedado y busca más clientes como esos.
Si además de generar beneficios con tu negocio, quieres ser dueño de tu tiempo, no olvides que esto debe formar parte del plan, debe ser parte de tu modelo de negocio.