Puede resulta utópico e incluso imposible hablar de emprender y crear un negocio sin necesidad de tener capital. Pues sí, existe una técnica que comenzó a ponerse en práctica en los EE.UU. y que está proliferando y extendiéndose por todo el mundo, el Bootstrapping.
Este término se utiliza en disciplinas como la informática o la estadística y hace referencia a empezar algo sin recursos o con muy pocos. En el área de los negocios significa ejercer alguna actividad emprendedora con poco o nada de capital, es decir, emprender únicamente con los medios que se tienen al alcance.
Es una alternativa a la financiación externa en forma de préstamos o inversiones en capital. Aquí pondrás en marcha tu propio negocio vendiendo la idea y haciéndola funcionar desde el primer momento. Tendrás que seguir la premisa de “sin clientes no hay negocio”.
Habrá negocios con los que no puedas llevar a la práctica esta vía de financiación, sino que necesitarás inversión de capital. Para aclarar la cuestión, imaginemos que queremos montar una tienda de moda, pues la cosa está en, por ejemplo, empezar a vender por ebay o si tenemos algo de dinero montar nuestra propia tienda online con dominio propio.
Así poco a poco comenzarás a dar a conocer tu producto, marca, servicio y conseguir captar clientes que irán haciendo crecer mi capital y por ende mi negocio. Se trata de coger la esencia de lo que quieres que sea tu futuro negocio y ponerla en práctica a pequeña escala.
Va ser una carrera de fondo ya que los resultados no se conseguirán en dos días, pero lo bueno es que el riesgo es muy pequeño y el beneficio es muy grande. Además este método de emprendimiento te permitirá centrarte mucho más en tu producto o servicio ya que no tendrás que invertir el tiempo en conseguir financiación con el desgaste mental que ello conlleva.
El centrarte en tu producto te permitirá a la vez en conocerlo mejor y mejorarlo cada día y a la vez te permitirá ir haciendo un estudio de mercado. Irás obteniendo la experiencia y el conocimiento en realidad del ámbito en el que se va a mover tu empresa; no estás operando con la idea estás actuando en la vida real lo que hará posible que cuando obtengas una mayor posibilidad de financiación, tu producto será mucho mejor que el primer día y conocerás tu nicho de mercado muy bien.
Sería la técnica de Juan Palomo, “yo e lo guiso, yo me lo como” al emprendimiento. No es fácil, pero es una opción más si quieres emprender y con un riesgo mínimo.