Hace unos días fallecía alguien presente en la infancia de varias generaciones. Se nos fue Miliki.
Ya no está entre nosotros, pero sus canciones, sus sketches, sus discos, sus libros, y su buen hacer profesional permanecerán para recordarnos al divertido y entrañable Emilio Aragón (padre).
Es curioso porque, hasta hoy, nunca me había parado a observar al popular payaso desde este punto de vista. Pero resulta que, además de todo lo que ha hecho por nosotros, también nos enseña a emprender.
¡Anda ya!, ¡cómo que a emprender!, que sí, que sí. Te cuento. Para ir abriendo boca, Miliki se ha ido, pero en el recuerdo de todos queda lo que hizo, pero también sentimientos, sensaciones... Él se va, pero su marca personal se queda. La marca personal es algo fundamental en los emprendedores.
Al principio la marca del negocio no la conoce nadie, pero el nombre de quien la emprende y su manera de hacer las cosas sí. La marca personal del emprendedor es esencial en el arranque de una empresa. Una cosa aprendida de nuestro amigo, pero hay más.
Hasta Gaby, Miliki y Fofó, decir payaso era sinónimo de cara completamente pintada, nariz roja redonda, colores llamativos y grandes zapatos. Los Payasos de la Tele no tenían nada de eso y no por ello dejaron de ser payasos. Si el del Sol ha reinventado el circo para adaptarlo a nuestros días, ellos también lo hicieron, pero para llevarlo a la televisión. Reinventar... El éxito de muchos emprendedores. Ofrecer algo que ya existía, pero de forma diferente. Ya van dos lecciones.
Antes de triunfar en la tele en España, Miliki y sus hermanos recorrieron con parecida fama toda Sudamérica. Y es que, a veces, los emprendedores tenemos buenas ideas, buenos proyectos pero nos empeñamos en venderlos a nuestro alrededor porque nuestra residencia está desde hace años en una ciudad. Solo por eso. Sin pararnos a pensar en ¿el mercado de mi idea está aquí?. A lo mejor hay más mercado fuera. Tercera lección que nos enseña el Maestro.
Hola D. Pepito, Susanita tiene un ratón, seguro que muchos al leer los nombres de las canciones ya están cantándolas mentalmente (yo también). Y es que eran tan pegadizas, tan sencillas... ¿Sencillas he dicho?. Muchos piensan que para emprender necesitan una idea revolucionaria y media Nasa para desarrollarla. No, lo sencillo es lo mejor. Todo el mundo tiene una fregona en casa, o sea, un trapo pegado a un palo. ¿Te apetece un Chupa-Chups?, o lo que es lo mismo, un caramelo pegado a un palo. Vaya, qué nos gusta a los españoles ponerle palos a las cosas ¿no?. Ideas sencillas que han triunfado. Y van cuatro D. Miliki.
Él hizo programas de televisión con sus hermanos, hijo y sobrinos. También con su hija. Y grabó discos. Y escribió libros. Y... Me pierdo ante la cantidad de cosas que hizo. La esencia era la misma en todas. Hacer llegar su arte a su público niño y luego no tan niño. Cuántas veces los emprendedores nos emperramos en lanzar un proyecto siempre de la misma forma. ¿Sabías que BMW empezó fabricando motores de avión?. Por eso su logo simula una hélice. O que Ferrari empezó como equipo de carreras, no como fabricante de coches. No te empeñes en hacer exactamente lo mismo siempre. Abre los ojos. Pues ya van cinco, Miliki.
Cuántas veces nos hemos reído con él ¿verdad?. Si es que hacía honor a su profesión, seguro que él disfrutaba más que nosotros cuando nos veía a carcajadas. Y a lo mejor antes de salir a escena había dejado un problemón de lado. Ya habría tiempo para ocuparse de él. Al poner un pie en escena tenía que ocuparse de "sus clientes". ¡Qué duro es el arranque de un nuevo negocio!. Dura la vida del emprendedor sí, pero con ánimo, con ilusión y con pasión por un trabajo bien hecho se lleva mejor. Porque se disfruta al ver que lo que haces es útil para alguien. Y eso da fuerzas para sacar adelante lo negativo.
Pues seis claves de un emprendedor, que así como quien no quiere la cosa, hemos aprendido de un grande. Como todo lo que enseñaba, que lo aprendíamos casi sin querer, era un experto en enseñar valores riendo. ¡Hasta a emprender nos enseña!.
Gran Miliki, sirvan estas líneas como mi pequeño agradecimiento a tu gran labor con todos los niños de medio mundo, incluyéndome yo mismo entre ellos. ¿Cómo están ustedeeeeees? Mejor desde que decidiste que hacer reír a un pequeño iba a ser el centro de tu vida. Gracias.