Desde hace algunos años he estado buscando como invertir mi tiempo y energía en algún negocio divertido que me permita obtener ingresos extras e interesantes.
Cuando digo divertido e interesante me refiero a alguna actividad que me agrade y que pueda realizar yo misma en caso de faltar empleados y personal. Diariamente observo a mi alrededor y se me ocurren ideas, muchas ideas de negocio algunas de ellas las comparto para ver la reacción y opinión de mis allegados, otras las he comenzado, pero por MUCHAS razones (personales, económicas, tiempo, esfuerzo y pasión entre otras) fueron abandonadas y otras siguen encaminadas.
Pero como la vida da muchas vueltas, luego de haber intentado hacer contratos con dos o tres franquicias, le propuse a los ejecutivos de una de ellas, llevarme a España la franquicia máster. Pasé dos años o más pidiéndoles información sobre el mercado y el país.
Al año de mi propuesta de expansión internacional y entre mis idas y venidas a España y Francia, me di cuenta que ellos no tenían los datos que yo solicitaba, ni los números y mucho menos sabían del mercado ni del sector, por lo cual me dediqué a buscar la información y fui armando mi hoja de datos, sobre la competencia, mercado etc. Armé un interesante documento con referencias de la competencia y recurrí nuevamente a ellos para expresarles mi interés en llevarme la franquicia máster a España.
Me reuní 3 veces con ellos, después de varios años intentando cerrar un contrato, pedir financiamiento y buscar local adecuado; conversamos, me hice una idea de lo que ellos querían y me sorprendí del tesoro que yo tenía en mis manos. Ese trabajo de investigación valía, para mí, mucho más de lo que yo pensaba pude reflexionar y pensar y saber cuáles serían mis puntos clave y hasta donde podía llegar en esta negociación.
Pautamos nuestra próxima reunión donde ambas partes expondríamos nuestros requerimientos y llegaríamos a un acuerdo. Luego de conversar y con mi poca experiencia en el tema de las franquicias, con sus pautas y mis sugerencias, quedamos en que ellos conversarían con sus asesores legales y me pasarían un borrador del contrato para que yo lo leyera.
Pasaron semanas, yo no recibía el borrador y se pospusieron varias reuniones. Un día antes de mi salida a Madrid (con visado de estudiante, ya que haría un diplomado en Comercio Electrónico y Redes Sociales con el fin de aprender más para el negocio y de contar con 6 meses de estadía legal en España; POR FIN aceptaron reunirse conmigo para mostrarme el contrato de franquicia máster. Pasamos horas discutiendo y leyendo, a medida que ellos me vendían la franquicia y leíamos el contrato a mí me gustaba menos la idea de cerrar la negociación ya que yo debía adaptarla a un entorno en crisis, a una cultura completamente diferente y a un mercado el cual ellos no conocían; aportando conocimientos, trabajo y dinero que no se tomaban en cuenta.
Al salir de esta última reunión decidí que no firmaría dicho contrato y saldría a Madrid, al día siguiente, como previsto, a concretar y trabajar en todo lo necesario para crear mi propia empresa, copiando la misma idea de negocio, tratar de mejorarla y ajustarla. Es decir comenzar desde casi cero con éste proyecto que ya hoy está en marcha y pronto prestando servicio en una zona de Madrid centro.