Sintetizar experiencias de larga duración, siempre es complejo, sobretodo cuando estas experiencias han marcado tu vida y han sido muy intensas, ya que siempre corremos el riesgo de dejarnos detalles en el tintero, obviar ciertos detalles que en su tiempo fueron transcendentes o faltar a la verdad a la hora de fijar acontecimientos en una escala temporal.
Dicho esto, procedo a intentar llevar a cabo esta labor, ya que creo que es un buen momento para hacer recuento, y difundir con tono didáctico mi experiencia emprendedora en Internet.
En realidad, con 9 años, ya participaba en un foro de creación de páginas webs, con pocos conocimientos, pero mi visión de la informática, era meramente por aprendizaje, y porque ya muy pequeño, era consciente del futuro que las nuevas tecnologías tenían y tuve la inmensa suerte de disponer de Internet, y de un ordenador propio, como regalo de mi primera comunión, mientras otros chicos de edad similar, pedían a sus padres videoconsolas, juegos y otros tipos de artilugios tecnológicos de vanguardia en esa época.
Con 10 años, decidí que ya sabía suficiente como para crear mi primera página web, así que sirviéndome de una plataforma gratuita y muy intuitiva (para los servicios que existían en esa época) llamada “Palimpalem”, creé una web, que tuvo gran repercusión en la comunidad del foro y ayudado por un dominio gratuito de “Miarroba”, (el clásico “.ya.st”), difundía a diestro y siniestro, entre mis amigos y conocidos, los contenidos de mi pequeña web. Ahí comenzó mi tonteo, con los códigos, en un principio únicamente el CSS, HTML y JavaScript.
Con 11 años, entendí que Palimpalem se me quedaba pequeño, y que necesitaba dinero, para que esa situación cambiara, o comenzar a utilizar otro servicio.
Tuve la oportunidad de entrevistar al fundador de Palimpalem, e incluso hablar con él en un tono más personal, por otra parte, conseguí buenos amigos en la comunidad, entre ellos moderadores, y usuarios avanzados en conocimientos, respecto a mí. Uno de ellos, me enseñó a crear un hosting de imágenes, y ese fue mi primer proyecto, en el que usé PHP.
Pero el problema del dinero, seguía ahí, y comencé a buscar información en Internet acerca de cómo obtener dinero, finalmente encontré algo viable. Neobux, la segunda PTC más famosa por detrás de Bux.to en esa época, y la más famosa en la actualidad. Formé una gran cadena de referidos, y empecé a generar ingresos a través de Paypal. A través de la publicidad de Neobux, conocí los sistemas multinivel, que fue sin duda lo que me empujó a emprender, mi primer negocio.
Por esa época ingresé en Munmi, “Mi universidad multinivel”, fundada por Alberto Mendoza, que a su vez, era fundador de MercadeoGlobal, un blog líder en marketing online, además este hombre resultó ser un gran orador, cosa que me di cuenta en los seminarios semanales que ofrecía con expertos del marketing en internet, especializados en diferentes ámbitos.
Con 12 años, aprendí que en Internet existían muchos “gurús”, que en realidad eran vendehúmos, y que lo más importante en los negocios, eran los contactos. Así que ahí, comencé a crear mi base de datos de personas, un documento, en el que escribí a todas las personas importantes en sus tareas, que conocía, y que actualmente posee a más de 6000 personas (Marketeros, diseñadores, programadores...).
Hasta mitad de año, permanecí en Munmi, e hice otra cadena de referidos, que me reportaban ingresos suficientes, como para adquirir libros, acceder a seminarios, y formarme en el Marketing. Recuerdo que por esa época estaba de moda el marketing de atracción, y leí “El secreto”, un libro bastante interesante en mi opinión. Además el email marketing estaba en auge y todo el mundo quería que estuvieras en su lista, ofreciéndote muchos reportes que confeccionaban ellos mismos, e información que al parecer era siempre la misma, con diferentes palabras.
Con 13 años, dejé por completo todos los negocios multinivel, aunque seguía siguiendo a expertos que se ganaron mi confianza. Utilicé todo el dinero que conservaba en la adquisición de un hosting compartido, un dominio y un diseño, para mi primer blog, basado en wordpress. La comodidad de los CMS me fascinaba.
Cada día tenía como obligación, ver un seminario, escuchar un podcast y leerme parte de un libro, como mínimo. Durante este año, empecé a interesarme por el SEO, ya que a poco que hacía, aumentaban los ingresos generados por mi blog. Dediqué ese año y el siguiente, a hacerme un experto en SEO y SEM, a base de pruebas, crear y vender blogs...
Por otra parte, yo no escribía en todos, también subcontratabas el servicio de redacción, pero sin lugar a dudas, mi madurez con la escritura, me la dio, las horas y horas dedicadas a este arte. Recuerdo un momento en el que disponía de 0€ en mi cuenta, pero 19 blogs. Todos, con su hosting y su dominio, (me hubiera convenido adquirir un reseller / vps, pero, era muy propenso a vender blogs, por eso los mantenía así). Ese año, establecí contactos muy largos con los hostings más famosos de Latinoamérica, e incluso trabajé en el soporte de algunos, solo para aprender sobre sistemas.
Ya con 14 años, decidí que los blogs me ocupaban demasiado tiempo, y que el instituto me exigía más tiempo de estudio, si quería seguir sacando buenas notas, como hasta ese momento. Sin duda, mi principal impedimento en estos años, fueron las explicaciones excesivas a mis padres, la necesidad de dejar de lado por épocas mis blogs, para poder estudiar, mi corta edad, que dificultaba ciertas operaciones y el contacto con otras personas del sector, y que mi vida social, me mantenía atareado todo el fin de semana, porque el deporte siempre ha sido una pasión y fue la época en la que empecé a acudir a fiestas, y otros eventos sociales.
Me metí de lleno en la música, mi amor por la escritura y el ritmo, se vieron satisfechas con el rap y el reggae. Y cada vez dedicaba más tiempo a escribir canciones y cultivar mi oído. Anteriormente, había estado incluido en este mundillo, desde hacía 3 años, pero nunca con tanta intensidad como en este momento. Esos dos años aprendiendo SEO, SEM y tomando contacto con los mercados de compra-venta de webs, habían sido muy interesantes, pero era hora de cambiar. Así que vendí todo. Con el dinero obtenido, compré muchísimo material didáctico y comencé a asistir a seminarios de alta gama.
Por último, me asocié con mi mejor amigo de la vida real, el cual diseñaba como los ángeles (Antonio Díaz), y yo era consciente de que había que potenciar esa capacidad. Así que le saqué del foro en el que gastaba sus esfuerzos e hice que comerciara con su arte, como freelance, yo hice lo mismo, ofreciendo servicios de consultoría. Cuando reunimos una cantidad de cuatro cifras, decidimos unir el dinero, e ir a medias en todo. Nos armamos de valor y con todo lo aprendido, él comenzó a diseñar a photoshop, una de mis ideas emprendedoras, que golpeaban mi cabeza con fuerza.
Yo mientras, indicaba y supervisaba su trabajo a través de Teamviewer. Poplevel abrió sus puertas, con la indiscutible e indispensable ayuda de Guillermo Álvarez, creador del Proyecto EWA, y programador espectacular, al que pagamos, con el dinero del que disponíamos. Y además, que no fuimos nosotros a él, si no que fue él a nosotros, el que no encontró, aplicando un formulario, que había en uno de mis famosos blogs, pidiendo que se publicara en él, una nota de prensa acerca de uno de sus proyectos.
Con 15 años, la red social fue inaugurada, su nombre era POPLEVEL, la primera red social que calcula la popularidad de sus miembros, en base a algoritmos sociológicos, que yo mismo elaboré. POPLEVEL fue un rotundo éxito (desde el punto de vista económico) pese a sus problemas iniciales, en menos de un mes lo vendimos, por decidir que no teníamos dinero suficiente para mantenerlo.
Perdimos el interés en el proyecto, nuestra madurez, nos decía que en nuestra vida, no queríamos dedicarnos a evaluar a personas, la ética del proyecto no nos convenció, y fue la mejor elección. Además así, podemos pagar a Guillermo totalmente y poseer una gran cantidad de capital para un nuevo proyecto. Antes de terminar ese año, fui uno de los pioneros en hablar de social media marketing, anteriormente conocido en la época en la que yo estudiaba SEO, como SMO.
Me enamoré del marketing en redes sociales, y me dediqué a tiempo completo, a pensar una nueva idea de emprendimiento, y estudiar esta especialidad. Me empapé todos los libros en inglés, debido a la carente cantidad de información que existía en Español. Y comencé de nuevo a ver seminarios, y lo más importante, probar cosas. Estuve bastante tiempo probando estrategias únicamente, y evaluar su efectividad, Facebook, Twitter, Tuenti y Google Plus, comenzó a ser mi laboratorio.
Con 16 años, continué con lo mismo, el tema era extenso y en continuo crecimiento, y el videomarketing se cruzó en mi vida, añadí Youtube a mi forma de hacer marketing, por otra parte, asistí a eventos de emprendedores presenciales y virtuales, y me impactaron libros como “Padre rico, padre pobre” y conferencias como la de Steve Jobs, Zaryn Dentzel y Roberto Carpintier. Los problemas con PayPal y mi minoría de edad, me sacaron de quicio, pero finalmente conseguimos vincular una cuenta bancaria que regularizara la situación de la cuenta y realizar operaciones de forma legal.
En la actualidad, y rondando los 17 años, me dispongo a lanzar mi proyecto definitivo. He tenido mucho tiempo para pensar, y esta idea, supone un antes y un después en la forma de comunicación de las personas, una revolución en el sector de conocer a la gente que buscas. Tanto yo, como mi socio Antonio Díaz, vamos a invertir todo el dinero que hemos conseguido hasta ahora, en la infraestructura, la programación, el diseño, y sobretodo y más importante, la estrategia de marketing de la web.
Pero no tenemos suficiente. En estos momentos donde es difícil invertir en ideas, hemos pensado que la mejor forma de que los inversores confíen en nosotros, es contar nuestra historia. Quiero que si alguien decide invertir en nuestro proyecto, no invierta en nuestro proyecto, invierta en nosotros. Si nos ven cualificados para comenzar esta aventura, háganlo no vamos a defraudarles, si no nos ven, lo entenderemos, pero esto es una cuestión de confianza en nosotros, en nuestro “saber hacer” las cosas.
Y voy a finalizar este artículo con una frase que ha definido mi vida: “Si haces lo que todo el mundo hace, conseguirás lo que todo el mundo consiga. Si haces lo que has hecho hasta ahora, conseguirás lo que has conseguido hasta ahora. Si quieres cambiar esa situación, cambia tú”.