Anoche, mientras Europa dormía, se celebró la final de la Super Bowl. Un evento que en Estados Unidos es casi tan importante (o más) que su Acción de Gracias y en una noche en la que, según las historias que se cuentan, se consume mayor número de alitas de pollo de todo el año. Desde aquí vemos esta final deportiva con un interés desmedido, teniendo en cuenta que el resto de la temporada no solemos hacer mucho caso a su fútbol, pero es el espectáculo de su descanso lo que más suele llegar a Europa.
Durante los quince minutos en los que ambos equipos descansan para volver a saltar al césped, un gran artista hace vibrar al público para entretenerles. Los asistentes han podido ver a Michael Jackson, a Tina Turner, a Madonna o a Beyoncé y año tras año, la espectacularidad de esta mini actuación crece de forma exponencial.
Solo hay que ver que a Tina Turner "solo" la acompañaban las animadoras del estadio, bailando como locas "Rolling in the river" y que Madonna, años después, entró al campo cual reina egipcia subida en una esfinge como un edificio. Detalles aparte, este año ha sido el turno de Katy Perry y su actuación ha suscitado opiniones encontradas. Aunque lo que nos ocupa ahora es qué puede aprender un emprendedor del espectáculo que ofreció ayer la cantante estadounidense.
¿Qué puede aprender un emprendedor de la actuación de Katy Perry en la Super Bowl?
1) Hagas lo que hagas, siempre habrá alguien que hable mal de ti. Anoche no hacía ni dos minutos que Perry salió al campo montada en un futurista león para cantar "Roar" y ya había miles de personas criticando su vestido, una versión colorista de un paquete de Cheetos. La verdad es que estaba firmado por el reputado y colorista diseñador Jeremy Scott, de Moschino, pero eso no evitó las críticas y las burlas.
Un emprendedor debe tener una actitud parecida y sacar al mercado los productos y/o servicios que haya diseñado, sin importar quien hable mal, más que nada porque siempre habrá alguien diciendo que tu producto es caro, que le falta un detalle importante, que el packaging no funciona o que debería ser de determinada maneral. Si tu has hecho tu estudio de mercado y cuentas con clientes interesados, ¿quién debe hacer caso a las voces críticas?
2) Haz ruido al entrar. Katy Perry (lo sentimos) no es Beyoncé o Madonna. No consigue ese ahullido con un solo movimiento. Sus canciones son pop, de un tono muy happy y colorista, pero no derrochan pasión. Y ella, consciente de ello, sabe que para llamar la atención en los primeros minutos, debe dar un golpe en la mesa. De ahí su entrada, a lomos de un enorme león articulado, con fuegos artificiales. Vale que después se bajó del animal y volvió a su tono habitual, con una escenografía más infantil, pero ya había impactado y había conseguido enganchar al público.
Un emprendedor debe saber cómo acaparar la atención en los primeros minutos de presentar su empresa, sus productos o sus servicios y debe saber qué hacer y qué decir para atraer las miradas y suscitar el interés, sea lo que sea lo que venda. Una vez consiga atraer las miradas podrá trabajar para mantenerlas.
3) Katy Perry no quiso hacerlo sola. A su lado estuvieron, cada uno durante solo unos minutos, el rockero Lenny Kravitz y la rapera Missy Elliot. Dos pesos pesados que según algunos "salvaron" la actuación y que sirvieron para que la cantante cambiara tanto de registro como de baile y que el público agradeció con aplausos y vítores.
Saber echar mano de apoyos que puedan impulsar nuestro negocio es clave. Sean colaboradores, proveedores o incluso, otros emprendedores con los que complementar el trabajo, cualquier excusa es buena para entre todos, sacar al mercado algo que valga la pena. Comenzar un negocio no es sencillo y en ocasiones nosotros solos no somos tan potentes como para conseguir lo que queremos. De ahí a que echar mano de estos posibles apoyos no es mala idea, ya que se trata de una relación en la que ambos ganáis.
4) Nadie se sorprendió de que tras el primer estallido, Katy Perry se enfundara uno de sus vestidos fantasía y el escenario se llenara de bailarines (con más o menos gracia) disfrazados de tiburones y olas del mar. Ese tipo de vestuario, siempre en la onda de la canción, es el sello indiscutible de la cantante. Su público la reconoce por ello y disfruta de su singularidad, de ese estilo que la hace distinta.
El emprendedor debe reflexionar sobre su trabajo y buscar cuáles son los detalles que le distinguen, que le hacen único, que diferencian su producto y lo convierten en algo reconocible, con sello propio. ¿Qué haces que nadie más sabe hacer? ¿Cuál es el detalle que te separa de la competencia? ¡Explótalo!