Cuando inicias la aventura de una startup, ya sabes que tienes que rodearte de "los mejores para completar tu equipo". Pues bien: ¡no es facil!
Surgen muchos problemas a raíz de esta tesitura, pero la primera decisión a tomar, es si el perfil que buscas debe ser muy senior o no.
Para los primeros, evidentemente sólo tienes la opción de ofrecerles acciones sobre el capital de la compañía: ningún perfil con experiencia y valía contrastada, va a trabajar por amor al arte, y sólo si le ilusionas con el proyecto, podrás convencerle ofreciéndole participaciones.
No obstante, mi intención es centrarme en la segunda tipología de trabajadores, porque es sobre la que hay más opciones, y en nuestra startup Boxvot, hemos aprendido alguna cosa que otra. Además, voy a poner en valor a los jóvenes universitarios de este país, muy malparados por la crisis. Primero os diré por qué creo que son una muy buena opción para las startups, perdonad si utilizo algún cliché:
1. Motivación:
Sin profundizar en las teorías básicas de motivación (particularmente, me gusta la de McClelland) , sabemos que no sólo el salario es lo que mueve a un trabajador, y en una startup, evidentemente no es la mejor herramienta. Es claro en este punto pues, que un joven recién graduado o finalizando los estudios, puede estar muy motivado para trabajar al margen del incentivo salarial.
2. Lean thinking:
Estamos de acuerdo en que las metodologías lean, son las más adecuadas en las startups. Afirmo, que no hay gente más dispuesta al cambio contínuo y a pivotar, que la gente jóven. Su mentalidad más flexible, y sin hábitos aprendidos (en alguna trabajadores de la vieja escuela, a fuego), ayuda enormemente en entornos dinámicos.
3. Trabajo en equipo:
En general, se considera una aptitud positiva ser capaz de colaborar a la hora de llevar a cabo cualquier tipo de trabajo. De nuevo, los jóvenes universitarios están totalmente acostumbrados al trabajo grupal, en cambio, los trabajadores con mayor experiencia, quizás hayan adquirido la misma en entornos laborales muy jerarquizados e individualizados.
Una vez os he explicado por qué confío en los universitarios y recién graduados, las opciones básicas de colaboración que podéis utilizar son:
1. Colaboración con universidades:
Ampliad la mira, contactad con varias universidades, incluidas las de educación a distancia. En los tiempos que corren, sorprende, pero muchas de ellas tienen dificultades para colocar toda la demanda de trabajo en prácticas que tienen de sus estudiantes, y siempre tienen fórmulas de colaboración al margen de las prácticas curriculares, que funcionan muy bien.
2. Colaboración con escuelas de negocio:
En este caso, los estudiantes tienen un mayor nivel, y dependiendo de la formación, incluso mucha experiencia. Es por eso que a mayor prestigio de la escuela, más complicado encontrar gente dispuesta a enrolarse en el proyecto con remuneraciones mínimas.
3. Otros centros educativos:
Os sorprendería la de organismos existentes que colaboran en la colocación de universitarios, tanto nacionales como internacionales, investigad. Que conozca de primera mano podéis preguntar en: AISEC, o becas Fullbriht.
Finalmente, querría acabar aportando mi granito de arena sobre las opciones y ayudas que existen. Podréis encontrar más información en muchas páginas, pero para mí las principales a tener en cuenta son:
4. Ayudas Fundación Mapfre:
Pensadas para menores de 30 años, aquí os dejo el enlace.
a. Becas Santader: prácticas para universitarios.
b. Ayudas BBVA: No son sólo para jóvenes universitarios, pero igualmente os pueden interesar. Enlace.
c. Ayudas de la administración: No voy a extenderme en este punto, porque el batiburrillo español, ya sabemos que es extenso, simplemente, perded el tiempo informándoos.
Bueno, espero haberos ayudado un poco, o por lo menos dejaros clara mi opinión de que la inexperiencia no siempre es un handicap insalvable; cuando tienes veinte y pocos, y estás acabando la universidad o recién, tienes ganas de comerte el mundo y estás acostumbrado a cenar de bocata, por lo que puedes subsistir sin ningún tipo de trauma alimentándote exclusivamente de la experiencia de levantar una startup desde cero.