¿Se adaptan las empresas al nuevo marketing?

Uno de los mejores indicadores para evaluar cómo evoluciona la sociedad a casi todos los niveles es el marketing, entendiendo el marketing en un sentido amplio; es decir, todas aquellas acciones e instrumentos de los que se valen las empresas para interactuar, llamar la atención o conocer mejor a sus potenciales clientes.

Es fácilmente observable cómo, por ejemplo, los anuncios de televisión han cambiado significativamente. No hablamos del modo en que se hacen, ya que eso debe atribuirse a los cambios tecnológicos, sino del contenido.

El mensaje del marketing ha ido reorientándose en función de quienes eran el target. La generación que en los años 90’ tenía 40 años no tiene ni las mismas motivaciones, ni las mismas convicciones o prioridades que los que se encuentran en ese mismo rango de edad hoy en 2014.

Pongamos el ejemplo de la generación X. La gente que nació entre los 70 y algo y principios de los 80, poseen un intenso vínculo con la televisión. Con independencia de que muchos de los integrantes de esta generación se hayan subido al tren tecnológico de lleno, lo que les diferencia principalmente de generaciones como siguientes es la dependencia o, por decirlo de un modo más preciso, el mantenimiento de la televisión como el principal referente comunicativo, incluso por encima de otros canales más específicos de Internet.

Las empresas están al tanto de todos estos cambios sociológicos y gastan muchos recursos en descubrir cuáles son y poder anteponerse. Es una atractiva lucha por seguir a una sociedad que cada vez es más heterogénea, compleja y con mayor capacidad de cambio. Esta mayor amplitud de segmentos en la sociedad, exige a las empresas que afinen mucho más en sus estrategias.

Volviendo al ejemplo anterior, podemos imaginar que Ana López, directora de fonvirtual, una empresa eminentemente tecnológica, preferirá administrar de una forma más eficiente sus recursos de marketing a lo largo de la red que en la propia televisión, ya que es un medio poco específico para lo que se pretende.

¿Estarán realmente preparadas las empresas para este nuevo tipo de marketing?