No, no es una ida de olla. Es un símil que quiero compartir con vosotros porque me gustó cuándo me lo dijeron. En un curso de formación sobre dinámicas de grupo hubo un momento en el que uno de los alumnos tuvo que hacer de hacer de moderador de un debate y otro de observador de lo que pasaba en el grupo durante el desarrollo del debate.
Al terminar el ejercicio todos los alumnos teníamos que dar nuestra opinión sobre cómo lo había hecho el moderador y terminar esa opinión con un símil, comparándolo con algo.
Una de las comparaciones que se hicieron fue: "Parecía un Guerrero porque transmitía: Disciplica, Control e impecabilidad" y esta comparación me gustó.
Iba a titular el artículo: "Un Emprendedor debe ser como un Guerrero" pero no .... debemos mirar un poco más allá. Creo que cualquier buen Profesional debe ser como un Guerrero:
Disciplina:
Un buen Profesional debe ser disciplinado con sus tareas, funciones y responsabilidades y, por supuesto con las de los demás anteponiendo el respecto por ellas sobre todas las cosas.
La disciplina es importante no sólo para conseguir nuestros objetivos sino para hacernos sentir bien durante nuestra vida. Son esas pequeñas cosas, esos pequeños detalles de nuestra rutina que elevamos a disciplina y que nos agrada hacer porque son pequeños hitos que hacemos todos los días y nos reconforta alcanzarlos diariamente.
Control:
El control es bueno, es sano pero .... en su justa medida. No podemos pretender ser Dioses y tenerlo todo controlado porque eso tiene un recorrido corto. Debemos controlar y delegar .... eso es lo más difícil, controlar las tareas que delegas y, sobre todo, controlar tu control.
Impecabilidad:
No se trata de hacerlo todo bien, se trata de saber dedicar el esfuerzo y recursos justos y necesarios para conseguir un objetivo. No por más horas, más eventos, más concursos y más formación vamos a ser mejores Profesionales.
Ser impecable es saber dosificar los esfuerzos para conseguir exactamente lo que queremos, mi más ni menos porque, de esta forma, tendremos fuerza para conseguir los siguientes objetivos.
No quiero terminar sin mencionar las heridas del Guerrero que las asemejo a las equivocaciones de todos tenemos. Hay que aprender a reconocer los fallos porque es positivo para nosotros y, aunque no lo creáis, transmite confianza al resto de compañeros.
Las heridas se curan y dejan marca, los errores se reconocen y se aprende con ellos.
Son 3 factores importantes, de cientos que seguramente habréis leído en cualquier otro artículo, que para mí, definen a un buen profesional pero estos me han gustado especialmente a mí. Os invito a dejar comentarios sobre este asunto al final del artículo ;)