En mi artículo anterior, ya mostré mi respeto y admiración por las mujeres emprendedoras de la plataforma Womenalia , y de nuevo, tengo motivos para seguir difundiendo este tipo de iniciativas que influyen tan positivamente en el tejido empresarial español.
Una de las mayores preocupaciones de cualquier emprendedor que decide lanzarse a la aventura, es la soledad a la que se enfrenta. Se enfrenta a miles de problemas, a miles de dudas, a un desconocimiento absoluto de miles de cosas y, sobre todo, se enfrenta a un mercado globalizado que crece a un ritmo vertiginoso, donde tienes una competencia cada vez mayor.
Sin embargo, hace no mucho, tuve el gusto de conocer esta iniciativa de mi amiga Laura, o como yo la llamo, Laura ‘Gigante’ Ródenas y no es por su tamaño. Laura es una de las mejores consultoras de branding en una de las agencias de branding más prestigiosas de España y del mundo.
Amigas y Negocios surgió como un evento aislado sin pretensiones para unir a unas amigas con buenas ideas, muchas ganas y muy valientes, que han montado sus empresas. Todas demostraron tremendas ganas de triunfar, de repetir, de colaborar, de hacerlo crecer... y por eso se creó Amigas y Negocios.
Hoy cuentan con cerca de 50 emprendedoras y algún emprendedor, ya que AMYNE no está restringida exclusivamente a hombres. La filosofía que promueve AMYNE es el fomento de la economía del bien común y el trabajo colaborativo.
AMYNE representa un ecosistema de creación de valor emprendedor, donde cada miembro recibe y aporta, bajo la premisa: "Yo gano cuando tú ganas, porque en la suma 1+1 el resultado es mayor que 2".
Muchas de los Amynes (como así se denominan sus asociados), compatibilizan su actividad con un trabajo a tiempo completo, su casa, sus hijos y todos tienen un común denominador: su pasión por lo que hacen.
La gran mayoría hace manualidades en las que conectan con su yo interior y dan lugar a maravillosas creaciones capaces de conectar emocionalmente con su público. Es una gozada ver cómo la pasión por lo que hacen, desdibuja un panorama económico muy desmotivador para los emprendimientos, y lo convierte en un escenario idóneo para inspirar a su público y mejorar el entorno de sus clientes, a través de sus propias creaciones.
La genialidad de mi amiga, ha dado lugar a los AMYNE MARKETS, donde las Amynes se juntan para exponer y vender sus productos.
Es muy común encontrar, de forma online, infinidad de comunidades a las que las personas y las empresas se unen para buscar sinergias y mejorar sus empresas, pero son contados los casos en los que esto es llevado a la práctica de forma offline. En la exportación, conozco a no pocos consultores de comercio exterior que se han dado de bruces cuando han querido crear pequeños consorcios de exportación, porque la búsqueda de los intereses particulares ha superado la del bien común.
¿Qué fácil sería sacar a éste, y a cualquier, país de la crisis si se crearan muchas más AMYNEs y se interconectaran unas con otras para crear verdaderas sinergias y generar riqueza?
Emprender es mucho más fácil con iniciativas como ésta, que sirven de ejemplo y de inspiración para tantos que tienen tanto que dar, y que lo quieren dar todo, para disfrutar y ganarse la vida con aquello que le apasiona, porque la pasión de los emprendedores es el verdadero corazón de las economías y cuando un corazón late fuerte, la vida se vive mejor.