Los proyectos de Elon Musk se vuelven realidad. Tardan más o tardan menos, pero casi siempre se hacen realidad. Y es lo que está pasando con el tren bala HyperLoop, que el multimillonario ya mencionó en 2012 y que tendrá una parada en Zaragoza.
Este transporte ultrarrápido que consiste en desarrollar tubos a baja presión por los que se desplazarían cápsulas presurizadas capaces de propulsar a los pasajeros a una velocidad de entre 700 y 1.000 kilómetros por hora, ha vuelto a la actualidad tras quedarse varios años en standby. Y lo hace con la presencia en una ciudad española, Zaragoza, que se convertirá en el enclave estratégico para las pruebas.
Este proyecto, en el que participan socios públicos y privados, incluso el gobierno holandés y la empresa europea Hardt Hyperloop, responsable de la creación del Centro Europeo Hyperloop (EHC), tiene como objetivo implementar un medio de transporte ultrarrápido, energéticamente sostenible y más seguro que los medios convencionales por carretera o vía férrea.
El líder del proyecto Hardt Hyperloop, Stan de Caluwe, ha indicado en un comunicado del Ayuntamiento de Zaragoza, que “podremos reemplazar una gran parte del tráfico aéreo continental, tanto de pasajeros como de mercancías, con otro modelo sostenible”.
Este transporte también podrá tener una repercusión económica en la industria de Zaragoza. De hecho, el alcalde de la ciudad, Jorge Azcón, ha señalado que “nuestras empresas podrán alcanzar en apenas 30 minutos un radio de 300 kilómetros y podrán desplazarse hasta 10.000 palets por hora”. Asimismo, ha añadido que el proyecto tiene como ventaja el “aumento de la seguridad al reducirse el transporte por carretera, la reducción del consumo energético, fin de las emisiones de efecto invernadero y eliminación de ruidos y las vibraciones.
La futura red de transporte de alta velocidad tendrá en Zaragoza uno de sus nodos más importantes en el sur de Europa, con conexiones a distintos puntos de Europa a través de un sistema de tubos de baja presión de aire por cuyo interior se desplazaría la mercancía en trenes-cápsulas, aunque en el futuro también se ha previsto el transporte de personas.
Zaragoza acoge actualmente proyectos piloto de la mano de la Unión Europea y grandes empresas internacionales relacionadas con la conducción autónoma de tranvías, autobuses urbanos, drones y vehículos automatizados para el reparto de mercancía y productos a domicilio.
Estos trenes ultrarrápidos permitirán no sólo la conexión entre diversos puntos a una velocidad más alta, sino también un consumo energético inferior y la eliminación de las emisiones a la atmósfera.
