Cortesía de Blue Origin.
El proyecto Blue Origin, de Jeff Bezos, fundador de Amazon, ha experimentado su primer fracaso ya que un cohete de la compañía acabó estrellándose en el desierto de Texas, en Estados Unidos, aunque no se tienen que lamentar víctimas, ya que iba vacío.
Según ha indicado la compañía durante la retransmisión en vivo de la misión bautizada con el nombre NS-23, el cohete de Blue Origin ha fallado en pleno vuelo después de su despegue, derivando su cápsula de carga a un lugar seguro antes de que se estrellara en el desierto de Texas.
La misión tenía como objetivo enviar experimentos financiados por la NASA y otras cargas útiles al borde del espacio para flotar durante unos minutos en microgravedad.
El cohete despegó del sitio de lanzamiento del oeste de Texas de Blue Origin el lunes por la mañana pero al minuto de su despegue y aproximadamente a unos ocho kilómetros sobre el suelo, los motores del propulsor New Shepard se encendieron inesperadamente durante el ascenso. El sistema de motor de aborto de la cápsula se activó de inmediato, alejando a la nave del cohete defectuoso antes de lanzarse en paracaídas de regreso a tierra intacta.
El propulsor se estrelló dentro de un área de peligro designada, según han indicado desde la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos en declaraciones recogidas por Reuters.
Blue Origin está investigando el percance y mientras tanto, la flota de cohetes New Shepard está en tierra hasta que esta institución gubernamental dé el visto bueno a los resultados de dicha investigación.
La compañía de Jeff Bezos ha informado sobre el problema de su cohete indicando que el propulsor impactó contra el suelo y que no hay heridos.
La misión es el primer lanzamiento de New Shepard sin humanos a bordo en más de un año y la cuarta misión en 2022. En total, el sistema de cápsulas de cohetes ha transportado a 31 personas bajo el negocio de turismo espacial suborbital de Blue Origin, en el que los clientes que pagan son lanzados a unas 62 millas de altura durante unos minutos de microgravedad en el borde del espacio antes de que su cápsula regresa a la tierra bajo los paracaídas.
Jeff Bezos fue uno de los primeros en experimentar estos viajes espaciales en una misión tripulada que tuvo lugar en 2021.