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La crisis de la pandemia generó una oportunidad para la innovación y la diversidad del tejido empresarial aumentando su grado de implicación en cuanto a “innodiversidad“. Este nuevo concepto mixto que engloba ambos términos vio aumentada su presencia en la empresa española en más de un 60% durante la pandemia. Este porcentaje apostó firmemente en la gestión de la diversidad de género y una multiplicación en la innovación en el modelo de negocio.
Así lo recoge el segundo “Índice de Innodiversidad 2021” realizado por la Fundación para la Diversidad, organización encargada de impulsar la gestión de la diversidad en España y la Fundación IE de IE University, en colaboración con HP y Pfizer. Se destacó también que más del 71,4% de las principales empresas en España apostaron por la inclusión y en concreto, por el talento sénior.
Entre los datos más relevantes del estudio Celia Anca y Salvador Aragón destaca que “más del 38% de las empresas ya cuenta con políticas para su gestión“. Esta investigación reveló que las empresas que gestionan la diversidad, la innovación y unen ambas, innodiversidad, son mas competitivas.
En el camino de la diversidad, el 87% del colectivo empresarial se centró en la gestión de la diversidad de género. El talento de personas con discapacidad es la segunda área de mayor interés, con el 73% de las empresas respondiendo afirmativamente. Un 66% declaró prestar atención a la diversidad del talento. El interés por el talento LGTBI no es tan alto (45%). Más del 58% de las empresas participantes declararon no prestar atención partícula a la gestión de este colectivo.
El avance de las empresas en la medición de los resultados de sus políticas de diversidad está siendo positivo. Las empresas asentadas en España alcanzaron la categoría de expertas en la gestión de la diversidad con respecto al 2019 y que en la gestión de la innovación reafirmó su condición de experta.
No obstante, en cuanto a la gestión de la diversidad cognitiva, los resultados reflejaron un bajo interés por parte de las empresas en avanzar en los factores que son positivos para el progreso. Entre ellos, factores como la resolución de problemas, la personalidad, el liderazgo y el pensamiento crítico serían un punto a tener en cuenta para la mejora de las compañías.
En cuanto a la innovación, la empresa española se está posicionando como experta en innovación en un 66% de las empresas frente al 57% del 2019. Esta innovación lo hace en lo que se refiere a la exploración de nuevas propuestas de valor. Esto les permite competir en un mercado cada vez más exigente. Le siguen el refuerzo por la innovación en procesos internos (71%), productos o servicios (70%) y relación con los clientes (68%).
Los resultados de este informe confirmaron que en la gestión de la innovación en un modelo de negocio que implique cambios sustanciales en la propuesta de valor de las empresas pueden llegar a ser más disruptivos provocando un cambio significativo en el mercado.
Los sectores de actividad que más innovaron fueron los de Energía y Agua, Servicios Financieros, Servicios Profesionales y Tecnología. Estas empresas desarrollaron políticas y acciones para el impulso de la innovación y como modelo a seguir para otras empresas.
Las personas son importantes para el avance empresarial. La principal fuente de innovación de la empresa española son sus empleados y, por ello, los premia con dos grandes mecanismos. Por un lado, el reconocimiento emocional, importante para mantener el esfuerzo. Por otro lado, el incentivo económico siendo el incentivo material.
En cuanto a la innodiversidad, su calificación fue de comprometida, donde tiene una mayor oportunidad de mejora. Un elemento fundamental para el progreso en esta área es que haya un departamento que gestione la innovación y la diversidad creando áreas en ambos sectores.
Igualmente, los empleados que se encarguen de estas áreas deben encontrarse y trabajar conjuntos para generar y conseguir apuntar en la misma dirección con el objetivo de crear empresas mas competitivas.
