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Las empresas que se benefician del desorden

El cambio en las condiciones establecidas, conlleva incertidumbre. A mayor numero de cambios en menor tiempo, la incertidumbre es mayor. Y la incertidumbre conlleva desorden. Por definición el desorden es una "Situación o estado de confusión o de alteración de algo". ¿Puede tu compañía ser una de las empresas que se benefician del desorden?

Tras dos décadas en el siglo XXI, todos estamos de acuerdo en que el cambio es una constante. Asimismo, podemos convenir que el cambio sucede cada vez con más rapidez. Las nuevas tecnologías, los cambios sociales, los cambios en los comportamientos del ser humano tienen un ciclo cada vez más y más corto.

En tiempos como los que estamos viviendo actualmente (crisis sanitaria del Covid-19), el volumen de cambios y su magnitud se ha multiplicado en un espacio reducido de tiempo. Con la particularidad de que algunos de ellos son cambios de gran magnitud (Regulaciones que bloquean la actividad en sectores completos, limitación a la circulación de la población, publicación de ayudas para el tejido empresarial).

Son cambios de gran calado que podemos ver cada día en las noticias. Esos cambios tienen su reflejo directo e instantáneo en las empresas y crean el llamado "desorden". ¿Que puedo hacer ante esos cambios? ¿Cómo puedo ser una de esas empresas que se benefician del desorden?

¿Podemos predecir los cambios?

El cerebro del ser humano está limitado para predecir el cambio. El ser humano solo es capaz de predecir el cambio de una forma lineal.

Lo explicaré con un ejemplo gráfico:

Nos ponen delante de nuestros ojos un objeto/animal moviéndose a una velocidad lineal y constante de izquierda a derecha. Ese objeto/animal pasa en su camino por detrás de un objeto opaco. ¿Que pasará? Dejaremos de ver a ese animal/objeto durante un determinado espacio de tiempo, lo que tarda en pasar por detrás de dicho objeto opaco.

El cerebro humano será capaz de predecir cuando ese objeto/animal aparecerá al otro lado del objeto opaco. Y acertará si y sólo si, el objeto/animal mantiene la velocidad lineal y constante que llevaba hasta el momento.

Si el objeto o animal estudiado aumentan su velocidad en el periodo de tiempo que les hemos perdido de vista por estar detrás del objeto opaco, nuestra predicción estimará erróneamente que el animal mantenía la misma velocidad, y por tanto nuestra predicción llegará tarde, el animal habrá aparecido antes.

La capacidad de adaptación

El ser humano es incapaz de predecir el cambio no lineal. Y el cambio en el entorno actual, no es lineal. Por eso, como recalco siempre en mis artículos, la capacidad de adaptación es esencial para el ser humano. Y lo es especialmente para las empresas.

La capacidad de adaptación es la cualidad más importante de un negocio para sobrevivir, especialmente en un entorno de alta incertidumbre y cambio.

Las empresas y organizaciones están obligadas a imprimir la adaptación en su ADN. Y no sólo eso, están obligadas a que esta adaptación tenga su reflejo en sus líneas estratégicas de actuación.

La solidez

Solemos pensar que un negocio sólido es un negocio seguro. Y no estamos equivocados si este negocio tiene también capacidad de adaptación. Si no la tiene, estamos perdidos. Podemos pensar, por poner un ejemplo, en una gran empresa de la industria del acero. Una compañía que tiene unas cuentas saneadas, clientes fidelizados, un gran equipo gestor y un plan de expansión y crecimiento sostenido. En principio todo hace indicar que es una empresa confiable, una apuesta ganadora sobre la que invertir.

Pero pensemos que empresa no es capaz de adaptarse a los cambios (Perdida de su proveedor o cliente más importante, cambios drásticos en los precios de sus materias primas, regulaciones que cambian el "tablero de juego", nuevos competidores), o que no lo hace con la rapidez suficiente. Entonces estamos hablando de un claro caso de muerte anunciada. Las empresas mueren por falta de adaptación a los cambios. Y estoy seguro que a todos nos vienen fácilmente a la cabeza unos cuantos ejemplos.

Con esta idea de la cualidad de adaptación que deben tener las organizaciones, me gustaría introduciros un nuevo concepto acuñado por Nassim Taleb, ensayista, investigador y financiero libanés.

Se trata de la "antifragilidad". Un neologismo creado por el señor Taleb, para definir a aquellas cosas que son opuestas a lo frágiles.

La antifragilidad de las empresas

Solemos pensar que la solidez o la robustez es lo opuesto a la fragilidad. Sin embargo, lo robusto no es lo opuesto a lo frágil. Lo contrario de lo frágil es lo “antifrágil”. Es decir, algo que crece con el desorden, la volatilidad, la incertidumbre.

Para ilustrarlo con un ejemplo, Nassim nos da una idea muy intuitiva: El ejemplo de Damocles, el Fénix y la Hidra.

Damocles . Damocles es frágil. Tenía una espada sobre su cabeza, colgando de un hilo. La más mínima volatilidad o estrés podría romperlo y matarle. Cualquier mínimo cambio habría acabado con Damocles.

Ave Fénix . El Ave Fénix es robusta. El Ave Fénix renace de sus cenizas. Resiste a los cambios y sobrevive a ellos, pero no mejora. El ave fénix era indiferente ante el estrés.

La Hidra . La Hidra es antifrágil. Al cortar una cabeza a la Hidra, le crecen dos. El cambio y las circunstancias adversas, vuelven más fuerte a la Hidra. La hidra buscaba el estrés, le hacía más fuerte.

Nuestras empresas tienen que ser Hidras, tienen que ser antifrágiles. Especialmente en un mundo aleatorio e imprevisible. Tienen que ser las empresas que se benefician del desorden.

El mundo en el que vivimos es completamente impredecible y por ende es imposible hacer predicciones sobre él. Absolutamente nadie puede saber y predecir con éxito si algo triunfará en el mercado, qué hará la bolsa la semana que viene, o cuándo será la siguiente crisis económica. Nuestras organizaciones tienen que poder beneficiarse del cambio y la incertidumbre.

¿Y como pueden adaptarse nuestras organizaciones y ser "antifrágiles"?

¿Cómo puede ser mi empresa antifrágil?

Barbell Strategy

En el mundo financiero se utiliza el término “barbell strategy” cuando un operador invierte en bonos de larga y corta duración, pero no invierte en bonos de duración intermedia.

La “barbell strategy” puede ser útil para las empresas. La idea básica de esta estrategia es invertir entre 90% y 95% del tiempo y recursos de la organización en las actividades clave del negocio, tales como desarrollar mejores productos, mantener y captar nuevos clientes.

¿Que hacer con el 10% o 5% restante? Invertir este tiempo y recursos en actividades que ayuden a nuestra organización a adaptarse al cambio. Apuesta por equipos de innovación, búsqueda de nuevos nichos de mercado, desarrollo de nuevos productos.

Son actividades de alto riesgo y por tanto, con alto porcentaje de fallo, pero también con alta recompensa. “No recojas céntimos delante de una apisonadora”. Haz apuestas asimétricas, en las que si ganas, ganes mucho más de lo que puedes perder. Nunca tomes un riesgo que pueda acabar contigo.

Flexibilidad

En situaciones de cambio constante es clave tener "cintura" para acometer estos cambios. Esta flexibilidad se tiene que reflejar en la mentalidad de los directivos. No es el momento del "eso siempre ha funcionado así". No en un entorno tan cambiante donde las cosas pueden dejar de "funcionar así" de una semana a otra.

Estate preparado para el cambio, y se capaz de aceptar que las cosas pueden dejar de "funcionar así".

Tecnología

No estamos hablando de tecnología por el mero hecho de introducir tecnología en nuestra compañía, lo cual es un craso error. Ya lo decían nuestros amigos de Pirelli; "La potencia sin control, no sirve de nada".

La tecnología es un medio. Cualquier tecnología requiere de planificación, talento y colaboración para implementarla con éxito en una compañía.

Piensa si esa tecnología te ayuda a conseguir alguno de tus objetivos, planifica como puedes utilizar esa tecnología en tu compañía, y como se adapta a tu capital humano disponible.

Para entender como ayudarte de esa tecnología e implementarla con éxito, rodéate de los mejores partners.

Apertura de mente

El directivo tiene que estar abierto a los cambios. Es muy probable que en estos tiempos de cambio, surjan desde dentro o fuera de la organización nuevas ideas, iniciativas, alternativas o propuestas.

El directivo tiene que tener permeabilidad y sentido crítico para poder evaluar estas propuestas y decidir si pueden aportar valor a su compañía.

Aquí la máxima es "Emprende ligero". Cuanto más sencillo mejor. Falla en pequeño. Los errores pequeños, nos hacen pasar por el ciclo de "error-aprendizaje" con más rapidez.

"Evitar que ocurran errores pequeños, nos lleva a errores más grandes".

Nuevos productos o nuevos nichos de clientes

Es el momento de pensar en los cambios, en como ha cambiado el día a día de mis potenciales clientes. ¿Cómo es su día a día ahora? ¿En que podría ayudarles con mi producto o servicio? ¿Donde les puedo aportar valor?.

Los cambios hacen que mi día a día como compañía cambie, pero el foco debe de estar en cómo ha cambiado el día a día de mis clientes o potenciales clientes.

En un entorno cambiante hay que mantener más que nunca una mentalidad "Customer Centric". Al fin y al cabo, es ese tal "Customer" el que trae los ingresos a nuestras compañías.

En resumen, en estos momentos de alta volatilidad o incertidumbre es donde tenemos que hacer un mayor esfuerzo de adaptación. Tenemos que evolucionar como organizaciones. Tenemos que ser la especie que se adapta al cambio y sobrevive.

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