Por Redacción - Nov 1, 2023
Los parámetros son estos: en primer lugar, el IPC de octubre ha sido de 3,5% y la inflación subyacente del 5,2%. Los conflictos geopolíticos entre Rusia y Ucrania, y el más reciente entre Israel y Palestina, pueden incidir aún más en el precio de los combustibles y de la energía, haciendo que se incremente su precio.
Por otro lado, según la EPA, en el tercer trimestre se superan por primera vez los 21,2 millones de ocupados, aunque el paro se incrementa ligeramente por el incremento de la población activa. A pesar de ello, se mantiene la previsión de la tasa de paro a 31 de diciembre en 11,8%.
En tercer lugar, la estimación de la ratio de la deuda pública sobre el PIB se rebaja hasta el 109,5% a pesar del incremento en volumen de esta en agosto en más de 5.000 millones. Se espera su moderación en el último trimestre.
Este es el marco. Los datos adelantados de Contabilidad Nacional correspondientes al tercer trimestre de 2023, publicados por el INE, reflejan una ligera desaceleración del crecimiento, al haber sido el incremento intertrimestral del PIB el 0,32%, una décima menos que en el segundo trimestre, y situarse la tasa interanual en el 1,8%, dos décimas menos que en el trimestre anterior. La contribución de la demanda interna, aunque menos que en el trimestre anterior, ha sido determinante ante la caída de las exportaciones
Las exportaciones, tras el buen comportamiento del primer trimestre (4,4% en tasa intertrimestral), siguen decreciendo en los dos últimos trimestres (3,3% y -4,0 %), muy afectadas por la situación económica de los mercados europeos, principal destino de nuestras exportaciones, con tasas de crecimiento inferiores a la española, e incluso negativas, que frenan sus importaciones. También las importaciones españolas se han visto muy afectadas en los dos últimos trimestres (-2,1% y -3,1% en tasa intertrimestral), lo que ha hecho que la balanza por cuenta corriente siga teniendo superávit.
En este sentido, los índices adelantados PMI de la zona euro en octubre anuncian la desaceleración económica, situándose en el 46,5 frente al 47,2 registrado en septiembre, quinto mes consecutivo de caída de la actividad empresarial.
En el caso español, el índice PMI se mantiene mejor que en la zona euro, observándose ciertos repuntes en la actividad, incluso aumentando sólidamente la contratación de personal por parte de las empresas, superando las cifras del mes anterior. En base a ello, el Consejo General de Economistas mantiene su previsión de incremento del PIB del 2,3% en 2023 y se estima un crecimiento de la economía española más moderado, del 1,5%, para 2024.
Además, la inflación parece que se está controlando en España. Según datos adelantados del INE, en octubre el índice general mantiene un incremento interanual del 3,5%, mientras que la subyacente ha disminuido seis décimas, hasta 5,2%, acercándose a la de la eurozona (4,5% en septiembre).
Si embargo, los conflictos geopolíticos entre Rusia y Ucrania, y el más reciente entre Israel y Palestina, pueden incidir aún más en el precio de los combustibles y de la energía, haciendo que este se incremente. A esto se une la fortaleza del dólar que, al estar las materias primas nominadas en dólares, las encarece. Por otra parte, esta fortaleza del dólar podría ser positiva para abrir nuestro mercado a otros países distintos a la zona euro. A pesar de ello, los economistas mantienen su previsión de crecimiento del IPC medio en el 3,5%.
La Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre refleja unos datos positivos: la población activa ha aumentado en 301.900 personas, situándose en 24.121.000, de los que 21.265.900 serían ocupados y 2.855.200 parados, siendo la tasa de paro del 11,84%, ligeramente superior al trimestre anterior.
A pesar de la ligera desaceleración de la economía, el empleo muestra cierta resistencia, por lo que mantenemos nuestra previsión de la tasa de paro a 31 de diciembre en el 11,8%. Los costes laborales se han incrementado el 5,9% en el trimestre, aumento este muy superior a la inflación, y la productividad por hora de trabajo ha descendido el 0,1%, un punto menos que el trimestre anterior, mientras que la productividad por puesto de trabajo se reduce el 1,6%, seis décimas menos que el segundo trimestre.
En cuanto a la deuda de las Administraciones Públicas, en agosto se ha incrementado en 5.000 millones respecto al mes anterior, lo que supone el 4,8% en tasa interanual. Si se modera el crecimiento en el cuarto trimestre, unido al incremento del PIB del 2,3%, la ratio de deuda sobre PIB podría reducirse hasta el 109,5% del PIB.
En cuanto al déficit, se mantiene su previsión de que finalice el año en torno al 3,8%-4% sobre el PIB para 2023. Preocupa, eso sí, el efecto que el aumento de los gastos financieros derivados del incremento de la deuda pública en términos absolutos y de los tipos de interés pueda tener en las cuentas públicas. En este sentido, no se espera que el Banco Central Europeo rebaje los tipos a corto plazo.
El reparto de los fondos europeos, lamentan los economistas, se está dilatando por el retaso en la aprobación y ejecución de los proyectos, que incluso, advierten, “pueden poner en peligro la concesión de las ayudas. Esto tendría un efecto negativo en el crecimiento de la economía y en las cuentas públicas”, concluyen.