Por Redacción - Abr 24, 2024
Pablo González Ruiz de la Torre fundó TRIVU en 2015 con tan solo 19 años. Ahora, con 30 años, también es miembro del Consejo Asesor de la Asociación Española de Directivos, Vicepresidente de la Red Empresarial para la Diversidad e Inclusión (REDI), miembro del Consejo Asesor Nacional de FIFED y miembro del Consejo Asesor de la Fundación Princesa de Girona. Se podría decir que una carrera meteórica, aunque no exenta de sus vaivenes, como corresponde a cualquier emprendedor. En esta entrevista concedida a TodoStartups comparte su experiencia como emprendedor, que no es poco a la luz de sus éxitos. Puro talento en busca de talento.
¿Qué le inspiró a convertirte en emprendedor? ¿Cuál fue su motivación para iniciar tu propio negocio y, en particular, TRIVU?
Jamás me vi emprendiendo cuando era más joven. No era, ni tan siquiera una opción profesional que me plantease personalmente en aquel entonces. Sin embargo, la frustración que sentía al ver que nadie me tenía en cuenta, la poca confianza que palpaba a mi alrededor en lo mucho que desde España podíamos conseguir y la frustración que existía, y sigue habiendo, en tantas personas a la hora de afrontar su futuro, me llevó a lanzarme a esta aventura.
¿Cuál ha sido el mayor desafío que ha enfrentado como emprendedor y cómo lo superó?
El equipo. Siempre lo ha sido y siempre lo será. Los proyectos jamás funcionan si no cuentas con las personas adecuadas a tu alrededor. Y no hablo del mejor talento o las mejores capacidades, sino también de la capacidad humana que éstas tengan y generen en el día a día. Lo sigo superando cada día, aprendiendo y errando constantemente. No hay fórmulas mágicas y eso es lo que lo hace verdaderamente apasionante.
¿Cuáles son los valores fundamentales que guían su empresa y cómo los incorpora en su día a día como emprendedor?
Nosotros aplicamos cuatro elementos fundamentales que marcan nuestra manera de ser, hacer y relacionarnos. El primero es la autenticidad, poniendo en valor la libertad y responsabilidad que siempre supone ser quienes somos, protegiendo lo que nos hace diferentes y velando por el respeto al prójimo. En segundo lugar, ser apañados. Ser capaces de buscar soluciones que vayan siempre más allá y que optimicen todo lo que somos y tenemos como recursos. Además de esto, creemos firmemente en la importancia de ser conectores, para garantizar que, de todo lo que nos rodea, podemos identificar y generar nuevas y mejores oportunidades a todos los niveles. Por último, y no por ello menos importante, ser consecuentes. La vida no siempre es fácil y son muchas las piedras que el camino nos depara. La manera que tengamos de aprender de ellas y la coherencia que mantengamos, es fundamental.
¿Qué consejo le daría a alguien que está considerando iniciar su propio negocio?
Lo primero y lo más importante es que tenga claro el por qué decide emprender. Qué es lo que realmente le mueve y motiva de la aventura que se está planteando. A partir de ahí, soy cero partidario de que haya pasos o claves que te puedan salvar la vida. Claramente, aprender del resto siempre, en la vida, es útil. Sin embargo, la realidad es que cada camino es un absoluto mundo y creo que no hay nada mejor que vivirlo y afrontarlo. Eso sí, la gente de la que te rodees siempre será fundamental.
¿Cómo ha impactado la pandemia de COVID-19 en su negocio y cómo ha adaptado su estrategia para hacer frente a los desafíos desde entonces?
La realidad, y ya era hora, es que la pandemia marcó un antes y un después en la manera que la sociedad y las empresas tienen de entender y gestionar la realidad que supone el talento de nuestros equipos. Todo ello provocó un universo de oportunidades tremendas para todos los que nos dedicamos a ello en el día a día. A partir de ahí, cada uno ha optado por diferentes estrategias para seguir impulsando esta transformación. Nosotros siempre hemos tenido claro que nuestro modelo debía de ir por seguir aportando una visión estratégica a las organizaciones con las que trabajamos que las haga cuestionarse de arriba a abajo todo lo que son y ofrecen a su gente para, a partir de ahí, generar las acciones necesarias para evolucionar la propia experiencia que ofrecen a sus equipos. En una realidad híbrida, deslocalizada y cada vez más flexible, hacen falta nuevas y mejores fórmulas que potencien, como nunca, la manera que tienen las empresas y las personas de relacionarse entre sí.
¿Cómo maneja el equilibrio entre la vida laboral y personal como emprendedor?
Honestamente, como buenamente se puede. Con el tiempo se aprende a hacerlo mejor, a priorizar y, sobre todo, a relativizar. Es un balance complicado, que tiene etapas y momentos. Lo importante es tener claro que ni todo es tan grave a veces ni todo tan urgente como crees. Y, sobre todo, que es fundamental que las personas importantes en tu vida tengan siempre el lugar que merecen. Eso da mucha vida.
¿Cuál es su visión a largo plazo para tu negocio y cuáles son sus metas futuras?
Realmente nuestro foco ahora está en impulsar un crecimiento sano que se asienta sobre dos cuestiones fundamentales. La primera, garantizar que contamos con el mejor equipo posible que, a su vez, tenga el mejor entorno y oportunidades a su alcance. La segunda, aumentar, optimizar y diversificar nuestra manera de generar y aportar valor a todas las personas y organizaciones con las que trabajamos.
¿Cómo ha construido y mantenido relaciones sólidas con sus clientes y colaboradores en el mundo empresarial?
Creo que, como cualquier relación sana en la vida, hay tres cuestiones que son fundamentales. Tener muy claras las bases de lo que nos une y el propósito que compartimos que impulsa la razón de ser de los proyectos en los que nos metemos. Adicionalmente, garantizar que en todo el proceso y tiempo que dure la relación la transparencia y la confianza son dos elementos determinantes para que todo fluya y funcione como merece. Por último, ser consecuentes. Ambas partes, en cada paso y con cada situación que suceda. Errores va a haber siempre. La manera de aprender de ellos y salir fortalecidos es, personalmente, clave del éxito de una relación así.
¿Qué papel juegan las redes sociales y la tecnología en la promoción y el crecimiento de su negocio?
Absolutamente fundamental. El universo digital nos permite tener una capacidad de trasladar y contagiar nuestro mensaje que, sin ellas, sería absolutamente imposible. Tienen un papel tremendamente importante a la hora de movilizar a todo nuestro ecosistema y nos permite interactuar con todas las personas y organizaciones, actuales y potenciales, que forman parte de nuestro entorno. En paralelo, la tecnología se ha convertido en un socio estratégico imprescindible en todo lo que estamos impulsando desde TRIVU a todos los niveles. Desde el tipo de soluciones y proyectos que planteamos a la propia dinámica y modelo de trabajo que planteamos con todo el equipo.
¿Cuál es su opinión sobre el ecosistema emprendedor en España? ¿Cuáles son sus fortalezas y áreas de mejora?
Creo que es España tiene un ecosistema muy potente pero que a muchos niveles nos falta lo que realmente es el reflejo de nuestra sociedad como país: confianza en nosotros mismos y en nuestro potencial de futuro además de, y en segundo lugar, capacidad para trabajar en equipo para afrontar los grandes retos y aprovechar las oportunidades que el mundo nos depara.
¿Apoyan las administraciones lo que debieran a los emprendedores?
No sé si apoyan lo suficiente. Tampoco si deberían hacerlo más o menos. Lo que sí que sé es que muchas veces estorban de más. Y ahí está el verdadero problema. No necesitamos ayuda, más bien que nos dejen hacer, que no nos pongan trabas y que faciliten al máximo nuestra relación con la Administración para garantizar que dedicamos nuestro tiempo a construir nuestros proyectos, evitando perder el tiempo en tareas y procesos que no suman a nadie.