La factura de la luz es un quebradero de cabeza para las startups y las empresas, que han visto cómo ha ido subiendo y subiendo como la espuma en los últimos meses. Se trata de un gasto corriente del que nadie puede escapar y se ha incrementado considerablemente en los últimos años. De hecho, muchos empresarios han visto cómo han pasado a pagar más del doble, o incluso el triple que el año pasado por las mismas fechas y, por lo tanto, se han obligado a tomar medidas como despidos, aumento de los precios de los productos o servicios, que afectan finalmente al consumidor.
Por eso, muchos emprendedores están pensando cómo ahorrar todo lo posible y conseguir una mayor eficiencia energética para sus empresas. Aquí te ofrecemos los mejores consejos para poder ahorrar en este gasto y dejar de lado esa preocupación que tanto está en la mente de los emprendedores.
Antes de hacer ningún cambio, es imprescindible saber cómo están las cosas. Estudiar, evaluar, analizar la empresa, dónde se consume más, qué potencia está contratada, el horario en el que más se gasta energía… estos datos son claves para saber la situación en la que se encuentra la empresa y así poder hacer los cambios pertinentes. Tampoco hay que olvidar la antigüedad de los aparatos eléctricos que tiene la oficina, ya que un dispositivo nuevo siempre será más eficiente que uno viejo. Por tanto, aunque se podría tratar de una inversión inicial muy importante, cambiar los ordenadores, aires acondicionados o calefacciones, impresoras o servidores pueden ahorrar en la factura de la luz. Por supuesto, también es importante saber cómo de aislado está la oficina, a mayor aislamiento, menos frío durante el invierno y menos calor durante el verano. Sería otra gran inversión pero siempre rentable a largo plazo.
El aire acondicionado y la calefacción son uno de los gastos más importantes que se producen en la factura de la luz para las empresas. Sobre todo tras el último verano que hemos pasado, uno de los más calurosos de la historia. Tanto es así, que hasta el gobierno tuvo que poner en marcha medidas extraordinarias para adaptarse a los altos precios, para ahorrar en la factura, imponiendo temperaturas específicas para cada momento del año en las oficinas y edificios públicos. Así, según el plan de ahorro y gestión energética en climatización que se puso en marcha el pasado agosto, la refrigeración de los edificios no podrá ponerse por debajo de los 27 grados en verano, ni la calefacción por encima de los 19 grados. Pues bien, incentivar el uso eficiente de estos aires acondicionados imponiendo una temperatura máxima o mínima para cada momento del año también puede ser importante para ahorrar en la factura de la luz, ya que cambiar el termostato en un par de grados puede ser un gran ahorro.
Tampoco hay que olvidar que el aire acondicionado y la calefacción se deben apagar cuando las oficinas están vacías, tanto si se trata de la hora de la comida o ya por la noche cuando se han ido todos.
Cada trabajador es responsable de la eficiencia energética, no sólo para que su empresa ahorre en la factura de la luz, sino también por cuestiones medioambientales. Por eso, cuando se van deberían apagar todos los aparatos que han utilizado y no dejar, por ejemplo, la pantalla del ordenador en standby. Esa lucecita azul o roja que indica que la pantalla está todavía encendida a espera de recibir las órdenes de la torre del ordenador consume algo, y es una gotita que sumada a otra puede ser un gran gasto. Por tanto, es imprescindible apagar todos los dispositivos en standby, incluidas las regletas con el botón para su uso. No cuesta nada y supone un gran ahorro energético que el mundo, y la empresa agradecerán.
La oficina es un lugar de trabajo y se necesita que esté bien iluminada, pero no siempre es necesaria la electricidad para eso. Se puede aprovechar la orientación, la luz natural si la oficina está en los últimos pisos de un edificio y, por tanto, ahorrar en este gasto tan importante. Pero en el caso de que la luz sea necesaria, los trabajadores deben apagarlas en el momento en el que se van de la oficina, algo que no ocurre todos los días. Para las zonas de pasillo o baño, la solución estaría en la instalación de gestores de movimiento que activan las luces sólo cuando son estrictamente necesarias. Así se puede ahorrar bastante en la factura de la luz y contribuir a la eficiencia energética mundial.
Por supuesto, es importante que las luces sean LED, ya que se trata de una tecnología más barata al durar más, gastar menos y desprender menos calor. Estas luces ya se han convertido en uno de los grandes aliados también para las casas ya que, aunque suponen una inversión inicial mayor, se ha comprobado la eficiencia energética de las mismas.
Controlar el gasto energético es clave para poder ahorrar en la factura de la luz. En la actualidad, existen tecnologías que pueden ayudar a las empresas a gestionar y controlar este gasto, como puede ser los medidores de consumo que se pueden instalar en el cuadro eléctrico y que ofrecerán información sobre el consumo eléctrico en determinados espacios o lugares. Del mismo modo, existen aplicaciones que permiten conocer el gasto energético y programar el uso del aire acondicionado o de la calefacción, o incluso encender el ordenador, desde el teléfono móvil. Hay que aprovechar las ventajas de las últimas tecnologías para adaptarlas a las necesidades de cada empresa y ahorrar en la factura de la luz.