Todos sabemos que sacar un proyecto adelante depende de muchos factores: desde tener un propósito lo suficientemente fuerte como para aguantar los baches que vengan, la formación necesaria, financiación y mucho talento, hasta contar con las condiciones culturales y sociales favorables. Y por supuesto, no podemos olvidarnos de la importancia de tener un mercado abierto para absorber este tipo de iniciativas.
Es mucha incertidumbre.
Por eso, en muchas ocasiones, poner en marcha una startup o un nuevo proyecto puede volverse complicado incluso aunque se cumplan todos los factores anteriormente citados. Pueden surgir numerosos problemas no previstos, dudas, o situaciones nuevas a las que un emprendedor debe de enfrentarse y resolver. El camino no es siempre fácil, y aunque algunos de esos imprevistos pueden ser sencillos de solucionar, otros pueden bloquearnos y dar al traste con el proyecto.
Aquí es donde un coach puede ayudarte a salir de esas situaciones con un plan de acción específico para cada proyecto con el objetivo de sacarlo adelante y que perdure en el tiempo. En el mundo del coaching, cuando decides que quieres trabajar una temática y actuar sobre ello o llevarlo a la práctica, inmediatamente lo conviertes en un reto. La presencia de un coach en este proceso es muy importante para acompañarte y animarte a que avances en tu camino de autodescubrimiento para dar con la solución.
Cuando se es emprendedor, no solo vale con ser bueno en la creación de producto, o en ventas, por ejemplo. Hay que saber liderar a tu equipo, comunicar confianza, lidiar con incertidumbre, pivotar… No se nace con estas aptitudes, se aprenden.
Por eso a la hora de trabajar dentro del emprendimiento con la ayuda de un coach hay muchas habilidades para desarrollar. Desde el liderazgo y la toma de decisiones, por ejemplo, hasta la capacidad de comunicación o la gestión de los conflictos. Todas estas sin olvidar otras como la confianza en uno mismo, la empatía o la capacidad de decisión.
Liderazgo: a todos los niveles, pero, por ejemplo, a la hora de saber gestionar un equipo que crece rápido, y además crear los puestos necesarios para seguir creciendo.
Gestión de conflictos: ante la aparición de un problema interno o externo que puede retrasar o incluso paralizar nuestro proyecto, es fundamental saber encontrar la mejor solución al respecto para seguir avanzando.
Comunicación: una de las habilidades más importantes. Un buen líder tiene que ser capaz de saber comunicar a sus equipos, clientes e inversores.
Contar con la ayuda de un coach a la hora de emprender o sacar un proyecto adelante siempre es una buena idea, da igual el momento. El coaching nos ayuda a entrenar la mente y las emociones para tener confianza y flexibilidad en los momentos de cambios, adaptarnos a nuevas situaciones con claridad y seguridad, clarificar objetivos, fortalecer nuestras fortalezas y debilidades y más. De ahí que profesionales como Eric Schmidt, Steve Jobs u Oprah Winfrey defiendan tanto este proceso.
Desde que decidimos pasar del pensamiento a la acción, esta ayuda extra será beneficiosa para acompañarnos en el proceso y ayudarnos a avanzar y resolver el reto o el objetivo, sea cual sea. Pero si tenemos que elegir un momento perfecto, quizás sea cuando identifiquemos un problema que hay que solucionar y no sepamos cómo hacerlo, para evitar un posible bloqueo y parón en cuanto al crecimiento de nuestro proyecto.
En el camino del emprendedor hay muchos factores que no podemos controlar, pero hay otros que sí.
Por ejemplo, uno de los factores más negativos que podemos encontrarnos es que, ante los imprevistos o problemas, puede surgir la desmotivación, algo que sin duda llevará al fracaso nuestro proyecto. También hay que tener muy presente mentalidades o actitudes como la vanidad o la soberbia que pueden surgir o venir de fábrica y que es muy importante dejar de lado. Todos estos factores que pueden tener tanto impacto en nuestro negocio se pueden trabajar - y evitar - de la mano de un coach.
Por el contrario, actitudes como la motivación, la humildad y la constancia son recursos con los que cualquier emprendedor debe contar. Puede sonar muy tópico, pero son habilidades que nos ayudarán a ir quitando las piedras que surgen en el camino (algo que no es nada fácil) e ir avanzando hacia nuestro objetivo: EL ÉXITO.