Por Redacción - Abr 18, 2022
Sin duda, ser emprendedor está de moda. La tecnología y todo el potencial del universo digital son el caldo de cultivo perfecto para que aquellas personas inquietas, con buenas ideas y ganas de cambiar el mundo se lancen a la aventura de crear su propia empresa. Grandes compañías que hoy triunfan nacieron de una idea innovadora que un emprendedor fue capaz de convertir en realidad y hacerla crecer. Pero, ¿cómo ha afectado el contexto de pandemia, crisis y coyuntura adversa de los últimos dos años a estas compañías? ¿Qué aprendizajes han extraído de ellos?
El mercado funciona a partir de necesidades y soluciones capaces de satisfacerlas. Muchas veces son las propias empresas las que, con su ingenio, crean esas necesidades para luego ofrecer su propia solución y posicionarse con ella frente a sus competidores.
En otros casos, se trata de una evolución natural de la sociedad y de la aparición de determinadas tendencias vinculadas al estilo de vida, que requieren nuevos desarrollos para cubrir una nueva demanda. Un ejemplo puede ser todo lo relacionado con la sostenibilidad, que hace unos años apenas se tenía en cuenta y ahora marca tendencia y está presente en todo tipo de bienes de consumo.
Lo cierto es que hay verdaderos visionarios que detectan esos nichos de mercado y tienen la iniciativa, la motivación y el talento necesarios para crear, en torno a ellos, una idea empresarial de éxito. Son los emprendedores que tienen sus propias aspiraciones y la convicción y valentía de llevarlas a cabo para hacer realidad aquello en lo que creen. Cada 16 de abril se celebra el Día Mundial del Emprendimiento, que pretende ser un homenaje a todos ellos, y un estímulo para los que vendrán.
El ecosistema español de emprendimiento está en pleno auge. Según el informe Spanish Tech Ecosystem elaborado por Dealroom, en los últimos seis años ha quintuplicado su valor, alcanzando los 46.000 millones de euros en 2021. Y ha seguido creciendo a pesar de la pandemia y de la crisis generada en torno a ella: en el primer semestre del pasado año, los datos del INE apuntan un incremento interanual del 57% en la creación de empresas.
“Las crisis son sinónimo de oportunidad. De hecho, podría afirmarse que las mejores startups surgen en tiempos de crisis. Por ejemplo, en la de 2008 vimos nacer a compañías como WhatsApp o Uber. Son épocas en las que el talento saca lo mejor de sí. Y la pandemia, que ha demostrado que la digitalización era totalmente necesaria, ha supuesto que las compañías tecnológicas y startups tengan un campo enorme por explorar”, sostiene Jaime Guillot, director de Operaciones de Demium, compañía especializada en inversión de talento.
Una de las ventajas de estas empresas innovadoras nacidas de la tecnología es que introducen un nuevo modelo de gestión en el que la flexibilidad es fundamental, pues les permite pivotar con agilidad para adaptarse a situaciones cambiantes y aprovechar las oportunidades del mercado; y también crear un estilo de trabajo propio, en el que los equipos pueden colaborar, trabajar en remoto y gestionar sus necesidades personales y profesionales. Gracias a estas condiciones, la mayoría han mostrado mayor resiliencia que las empresas tradicionales y se han podido adaptar más fácilmente a las nuevas condiciones laborales impuestas por la pandemia.
No obstante, algunas como APlanet, especializada en tecnología de gestión de la sostenibilidad, también han tenido que hacer ajustes y desarrollar nuevos procedimientos de comunicación interna, de contratación, gestión de proyectos y motivación de los empleados. “Cuidar al equipo y buscar un trato más personal es imprescindible, pues son las personas las que sacan adelante los proyectos, y más en tiempos de crisis”, subraya Johanna Gallo, CEO de la compañía.
Según esta emprendedora, su sector se ha visto fortalecido por la pandemia: “La apuesta de las instituciones por una recuperación enfocada en el medio ambiente y la sociedad se ha visto reflejada en nuevas regulaciones que han impulsado a las organizaciones a poner en orden, gestionar y aplicar sus criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) como base para sobrevivir al cambio”.
Como decíamos, las crisis también sacan lo mejor de las personas, y de las empresas. Por ejemplo, AUARA, empresa social que vende agua mineral y destina todos sus dividendos a generar agua potable en países que carecen de ella, durante la pandemia puso en marcha la campaña #aguaparahospitales, donando más de 1,3 millones de litros de agua embotellada a más de 90 centros asistenciales de toda España en lo más grave de la emergencia sanitaria, a pesar de que sus ventas cayeron un 90%.
“Actualmente estamos colaborando con World Central Kitchen, aportando botellas de agua a las más de 300.000 comidas diarias que ofrece esta Fundación para ayudar a los desplazados por la invasión de Ucrania. Hasta ahora hemos aportado 20.700 litros”, comenta Pablo Urbano, cofundador de AUARA.
En el caso de Micappital, fintech de asesoramiento financiero independiente, lo mejor que podían hacer por sus clientes en estos tiempos convulsos de gran incertidumbre económica era estar muy cerca de ellos para ayudarles a sobrellevar la situación lo mejor posible, acertando en sus decisiones financieras y también aprovechando las oportunidades de los mercados.
Y no solo consiguieron seguir creciendo, sino que además, en plena pandemia lanzaron un nuevo producto, Micappital ECO, que permite invertir en sostenibilidad y conseguir un impacto positivo en el planeta con tus ahorros. “Tuvo una acogida brutal. Los momentos difíciles hacen que nos concienciemos y pensemos más sobre nuestro futuro, por lo nuestros clientes y los inversores en general estaban muy receptivos a escuchar una propuesta de este tipo”, explica Miguel Camiña, CEO de la compañía.
Otro sector que se ha visto favorecido por la pandemia es el del e-learning, y ello ha impulsado el crecimiento exponencial de Lingokids, especializada en contenidos digitales infantiles en inglés, que cuenta con 45 millones de familias usuarias de su app en todo el mundo y ya es considerada uno de los próximos unicornios españoles.
“Durante la pandemia donamos licencias a ONG, abrimos el uso de nuestra plataforma a colegios y cerramos diversas alianzas para ceder nuestros contenidos como complemento de aprendizaje en inglés para los niños que se vieron obligados a seguir las clases desde casa. Ahora también los ofrecemos de forma gratuita a las familias ucranianas”, comenta Cristóbal Viedma, CEO de la empresa.
Las oportunidades están ahí, muchos sectores de la economía se encuentran en plena ebullición y transformación, y cada día surgen alternativas de modelos de negocio innovadores que compañías como Demium consiguen convertir en proyectos de éxito gracias al talento y esfuerzo de los emprendedores por disrumpir el mercado.