Por Redacción - Abr 27, 2021
El 70% de mujeres emprendedoras consultadas para un estudio afirma que su rol en la familia no ha sido un obstáculo a la hora de emprender, aunque se trata en la mayoría de de los casos de mujeres sin descendencia y con padres relativamente jóvenes o que de todas formas no necesitan de cuidado. Con todo, las que han formado una familia ven en el emprendimiento digital una forma de poder organizar su tiempo y ser sus propias jefas.
Así se desprende del estudio “El emprendimiento digital femenino: situación y prospección”, realizado por el Instituto de la Mujer bajo impulso, dirección y puesta en marcha de Teresa Alarcos, consejera independiente y presidenta de W Startup Community, y con la colaboración de la Real Academia de Ingeniería, Ontsi, Red.es y el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
Otro dato interesante es la perspectiva de género de las emprendedoras: el 46,3% cree que el género no influye en el éxito como emprendedora, aunque el 42,3 % percibe que su sector es mucho más exigente para las mujeres que para los hombres.
El emprendimiento es oportunidad en un 60%. Sin embargo, en el 39,8% de los casos fue una elección tomada por la frustración y las dificultades de promoción en los empleos asalariados, mientras que el 59,4% recomendaría emprender a otras mujeres.
Las startups digitales fundadas por mujeres en España son empresas que operan en una amplia variedad de sectores, desde consultoría, educación, movilidad, sostenibilidad o Fintech, hasta la industria 4.0. Hacen uso de las tecnologías disruptivas, donde destacan la Inteligencia Artificial (21%), Big Data (19%) y Aplicaciones Web (10%), seguidas por Blockchain, Robotización y Desarrollo de Software con un 6% cada una.
Las mujeres emprendedoras cuentan con un background socioeconómico muy distinto y la gran mayoría se concentran y han elegido Madrid para emprender, así como Barcelona, Sevilla y Valencia, aunque tienen presencia en toda la península, así como en las Islas Baleares y Canarias.
Uno de los hallazgos más importantes del estudio, está relacionado con la financiación del emprendimiento: el 60% de las encuestadas afirma que ha tenido que apoyarse en la familia para emprender, ya que no ha logrado acceder a fuentes de financiación temprana. Una diferencia clara frente al sector masculino que es claramente más elevado.
Esta falta de financiación, hace que las empresas fundadas por mujeres sean más pequeñas que las fundadas por hombres, menos endeudadas y apalancadas y que en un bajo porcentaje, logren acceder a economías de escala necesarias para escalar. Este patrón se repite en otros mercados.
Su filosofía sigue estando intacta, al igual que lo que les mueve:
La independencia, cooperación, unión y generosidad de muchas personas que donan su tiempo para formar y ayudar a otras mujeres en sus ideas y proyectos. Certifican las formaciones con tokens y dan tokens reputacionales a quienes donan su tiempo a las emprendedoras.
Quieren dar a conocer, de una manera amable, los frenos y las circunstancias que se han encontrado las mujeres a la hora de emprender, especialmente en el mundo digital, y cómo los han superado. Herramientas y consejos interesantes que puedan ayudar y servir de inspiración para otras mujeres.
Dar visibilidad a través de diversas iniciativas a esas pequeñas historias de mujeres con proyectos de alto impacto para la sociedad.
Promover el diálogo entre todos los actores que intervienen en la toma de decisiones: Academia, Investigación, Instituciones, Corporaciones y Consejos de Administración.
El estudio se basa en los resultados de una encuesta enviada a 326 emprendedoras digitales a comienzos de 2020, que han permitido realizar la primera fotografía del emprendimiento digital femenino en España gracias a la significativa participación de las encuestadas, casi un 50%.
La encuesta ha permitido entender motivaciones, retos, barreras y necesidades para el emprendimiento y sobre todo, las dificultades con las que aún se encuentran las mujeres a la hora de emprender en general y más concretamente, en digital. Su aún escaso número de emprendedoras, tan sólo un 14%, entre founders y co-founders, una cifra que se repite en otros mercados europeos y en economías donde esta industria está más desarrollada, como es la americana, que también lo refleja.
Para reducir el gender gap, es claramente necesario impulsar las iniciativas de tipo financiero, para facilitar el acceso al crédito inicial para hacer empresa, potenciar el rol de los Business Angels y Pre series A (la ronda de la serie A es la segunda etapa de la financiación de una startup y la primera etapa de la financiación del capital riesgo) y crear fondos públicos de capital semilla y herramientas de crowdfunding, además de incentivos y deducciones fiscales para los inversores y mecenas.
Entre las recomendaciones, destaca también la creación de programas específicos de formación de emprendimiento dirigidos a las mujeres, dar a conocer iniciativas y eventos específicos y normalizar la figura de la mujer emprendedora. Apoyo a asociaciones de mujeres emprendedoras digitales y consolidación de la atomización existente.
Urge incorporar la perspectiva de género transversal en todos los estudios y las políticas, planes y actuaciones que se pongan en marcha para promover y apoyar el emprendimiento en el entorno digital, con el objetivo de eliminar todas las barreras que dificultan el acceso de las mujeres a este ámbito y promover la igualdad real y efectiva de trato y de oportunidades.