Por Redacción - Febr 4, 2021
De los 213.203 empleos que se perdieron en el conjunto de 2020, uno de cada cinco, es decir, 69.957 eran empleados de un autónomo persona física, según se desprende del último informe elaborado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, ATA a partir de los datos de autónomos persona física publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
De los 3.269.541 autónomos que cotizan en el RETA a 31 de diciembre, 1.256.550 eran autónomos societarios (los que están dados de alta con algún tipo de sociedad) y 2.003.991 eran autónomos persona física (los que están dados de alta como autónomo con su DNI).
El año 2020 el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos cerró con 2.113 nuevos cotizantes. Si desglosamos los datos por autónomos societarios y autónomos persona física, se comprueba cómo mientras los autónomos persona física aumentaron en 5.534 emprendedores, los autónomos societarios se redujeron en 3.421 cotizantes a la Seguridad Social.
Por su parte, el número de trabajadores autónomos persona física que cuentan con trabajadores a su cargo se redujeron en el conjunto de 2020 en 26.243 personas, lo que supone un descenso del 6,1%.
Aquí cabe destacar que de los dos millones de autónomos persona física, uno de cada cinco (el 22,2%, 446.285 personas) tienen al menos un trabajador a su cargo.
Caen en 26.243 los autónomos que generan empleo. Los autónomos persona física empleadores descendieron en 2020 un 6,1% (-26.243 autónomos empleadores), mientras que los autónomos sin asalariados aumentaron en +31.777 personas, lo que supuso un crecimiento del 2%.
Descienden también en 69.957 los trabajadores contratados por autónomos. Así, los autónomos persona física han pasado de tener 877.208 trabajadores a su cargo el 31 de diciembre de 2019 a tener 807.251 a 31 de diciembre de 2020.
Se comprueba cómo a lo largo de 2020 la mayor pérdida de empleo se dio en los autónomos con más trabajadores a su cargo, es decir a los que cuentan con cinco o más, tramo donde el número de trabajadores asalariados descendió un 12,6%.
A partir de este momento, el informe elaborado por ATA se centra en los autónomos propiamente dicho, es decir, en los 2.003.991 autónomos persona física.
La pandemia en 2020 ha afectado especialmente a las mujeres a la hora de emprender o seguir adelante con su actividad. De los 5.534 autónomos persona física que sumó el RETA a lo largo de 2020, el 97,7% fueron varones frente a únicamente el 2,7% mujeres, es decir, el RETA sumó en 2020 únicamente 127 nuevas cotizantes frente a 5.407 nuevos varones.
En cuanto a la edad de los autónomos, prácticamente uno de cada dos tienen entre 40 y 54 años. Y el 28,3%, tiene más de 55 años. Así, más de siete de cada diez autónomos (el 76,6%) de los autónomos persona física cotizando a la Seguridad Social en diciembre de 2020 tenían más de 40 años. Por el contrario, únicamente el 2% de los autónomos tienen menos de 25 años.
Si se analiza la evolución del colectivo durante 2020 cabe destacar el fuerte crecimiento registrado en los autónomos mayores de 55 años, que sumaron en el conjunto del año 14.591 cotizantes a la Seguridad Social, un crecimiento del 2,6%. Los menores de 25 años también aumentaron en 2020, concretamente en 2.187 nuevos autónomos persona física. El resto, los autónomos entre 25 y 55 años, descendieron.
Atendiendo a los años que los autónomos llevan al frente de sus negocios, hay que destacar que, a pasar de toda la situación vivida en 2020, cada vez más trabajadores por cuenta propia logran consolidar sus negocios y seguir adelante.
Se ha reducido la mortalidad de las actividades de los autónomos ya que, dos de cada tres autónomos en nuestro país, concretamente el 66,5% tienen más de tres años de antigüedad, y uno de cada dos (el 55,7%) lleva más de cinco años al frente de su negocio. Únicamente el 13,4% de los autónomos tiene menos de un año de antigüedad como trabajador por cuenta propia.
Además, se aprecia una consolidación de las actividades de los autónomos, y el colectivo que lleva más de cinco años al frente de su actividad aumentó en durante 2020 un 1,3%. Junto a él, el colectivo que lleva entre 1 y 3 años al frente de la actividad también ha logrado consolidarse y crecer un 11,9%, es decir, 42.514 más que a 31 de diciembre de 2019, lo que se traduce en que, a pesar de toda la situación, los autónomos logran consolidar su negocio.
Por el contrario, ha descendido el número de autónomos que lleva menos de un año al frente de su negocio.
Únicamente el 6,2% de los autónomos persona física simultanea su actividad por otra por cuenta ajena (pluriactividad), colectivo que este año 2020 marcado por la pandemia de la Covid-19 ha registrado un descenso del -5,1%, rompiendo la línea ascendente que veníamos viendo meses atrás.
A 31 de diciembre de 2020 son 123.816 los autónomos persona física que cotizan en el Régimen General y en el de Autónomos. Por su parte, los autónomos que se dedican en exclusiva a su actividad por cuenta propia han aumentado a lo largo de 2020 un 0,7%, lo que se traduce en un aumento de 12.240 autónomos.
En cuanto a la nacionalidad de los autónomos, los autónomos extranjeros son los protagonistas del crecimiento de autónomos persona física en 2020. Así, el número de emprendedores que han nacido fuera de nuestras fronteras y que se dan de alta en RETA aumentó en 2020 un 7,5%, lo que se traduce en 17.228 nuevos emprendedores extranjeros.
Frente a este ritmo de crecimiento, los autónomos de nacionalidad española descendieron un 0,7% en 2020, lo que supuso 11.694 autónomo españoles menos que al inicio de 2020.
Por sectores de actividad, comercio, agricultura y construcción concentran al 43,9% del total de autónomos persona física.
En el otro extremo, actividades inmobiliarias es la actividad elegida por únicamente el 1,2% de los autónomos, el 2,1% en comunicación y actividades financieras, el 2,5 a las actividades artísticas y entretenimiento y el 3,2% al sector de la educación.
Para el presidente de ATA, Lorenzo Amor, “ante todos los datos que se han ido analizando a lo largo del informe, solo podemos decir que la situación es realmente preocupante. Es preocupante el descenso que se ha producido entre los más jóvenes, así como la bajada de autónomos empleadores o la pérdida de autónomos en pluriactividad”.
“Se hace necesario actuar ya. No dejar pasar ni un día más y establecer ayudas directas a los sectores más castigados que permitan ayudar a autónomos y empresas o nos enfrentamos a un año catastrófico para el empleo y el tejido empresarial”, concluye Lorenzo Amor.