Por Redacción - Nov 24, 2020
Proyecto Kulto es una startup que pone la tecnología al servicio de los pequeños agricultores para apoyar el consumo de proximidad, reducir la huella de carbono e impulsar los alimentos ecológicos y la producción sostenible.
¿En que consiste?, pues permite a los agricultores exhibir su “huerto virtual” a través de una plataforma digital en la que los consumidores de proximidad pueden geolocalizarlos y comprar sus frutas y hortalizas de temporada de forma directa, sin intermediarios, pagando por esos productos un precio justo para el productor.
Es este mismo quien prepara el pedido, que el usuario recibe en 24 horas tras su preparación en su domicilio gracias a los servicios que ofrece la plataforma. De este modo, el consumidor puede hacer la compra cómodamente mientras contribuye a dinamizar las economías locales.
La iniciativa está reservada tan solo para cultivos de producción ecológica, que no utilizan pesticidas ni otras sustancias químicas destinadas a forzar su crecimiento o alargar la durabilidad de los productos. Además, las frutas y verduras se recogen en su punto óptimo de maduración, lo que garantiza su máxima calidad y sus propiedades naturales y hace que sean más saludables para el consumo.
“Los tomates o las manzanas que compramos en el supermercado se recolectaron antes de tiempo y han madurado en cámaras frigoríficas; por fuera se ven perfectos, pero han perdido su olor y su sabor. Al comprar a los agricultores de proximidad nos aseguramos de que el tomate sabrá a tomate, pero además estaremos evitando las emisiones de CO2 de una larga cadena de distribución”, explica en una nota Pablo Quintero, cofundador de Proyecto Kulto.
“El modelo de plataforma que ofrecemos es mucho más que un punto de encuentro entre oferta y demanda; proporcionamos a los productores servicios de gestión de pedidos, de logística y de marketing, de manera que pueden dedicarse a lo que mejor saben hacer, mientras sus productos ecológicos llegan al consumidor final con sus máximas propiedades para ayudarles a mantener una alimentación saludable, y siempre con total transparencia en su trazabilidad”, sostiene, por su parte, Pablo Kaperotxipi, cofundador de la compañía.
Tras una fase de testeo, la compañía inició oficialmente su actividad el pasado mes de julio, de momento con 12 agricultores locales de las Comunidades Autónomas de Madrid y Cantabria y limítrofes (aunque hacen envíos a toda la Península), y con planes de expansión a nuevos territorios de cara al año próximo.
En la actualidad, cuenta ya con más de 320 clientes a los que ha repartido más de 5.200 kilos de frutas y verduras. El reparto se realiza a través de empresas de mensajería como Correos o Celeris, siempre aprovechando rutas ya existentes y evitando de este modo aumentar el impacto ambiental.