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Los ERTE permiten "salvar" 4 de cada 5 empleos femeninos

Redactor jefe

“La diferencia de los ERTE de ahora y de los de la crisis anterior ha sido el fuerte impacto positivo de género que han tenido, se han mantenido 4 empleos femeninos por cada mujer que ha quedado en paro”, afirma Elena Blasco, secretaria confederal de Mujeres e Igualdad de CCOO, durante su intervención en el acto “El Diálogo Social en España y en Francia: el trabajo a distancia, la suspensión de los contratos de trabajo y la igualdad retributiva”, convocado por la asociación Mujeres Avenir.

“La negociación colectiva", explica Blasco, ha tenido un papel protagonista en la realización del Real Decreto, dando respuesta a esa incertidumbre que se generó en la sociedad al confinar España, y manteniendo todos y cada uno de los derechos y obligaciones de la mujer trabajadora. No olvidemos que es un mundo creado por los hombres y para los hombres, que tradicionalmente nos ha obligado a volver las mujeres a casa y que sigue manteniendo importantes roles sexistas”.

Para esta organización sindical, es "fundamental identificar y dar visibilidad a las desigualdades que pueden existir en una empresa y para conseguirlo es fundamental la ley de transparencia salarial, que ha de valorar salarialmente de forma objetiva el puesto y no a la persona que va a realizar el trabajo”.

En este sentido, subraya que “hoy la medida estrella son los ERTE, con sus deficiencias de cobro y de aplicación real, pero han permitido salvaguardar el empleo, los derechos de trabajadores y también de las empresas, y se han evitado muchos despidos y fuertes indemnizaciones a los empleados, que también habrían perjudicado a las empresas”.

María Luisa de Contes, presidenta de la Asociación de Amistad Hispano Francesa Mujeres Avenir, inauguró el acto, que acogió el Club Financiero Génova, recordando que el diálogo social ha avanzado gracias a las mujeres. “Somos nosotras las que sacamos lo mejor de cada situación, posibilitando que se hayan alcanzado acuerdos tan importantes en un momento tan grave para trabajadores y empresas. Salir de esta crisis va a requerir del éxito del dialogo social en España y Francia  y seremos nuevamente las mujeres las que, si no hacemos nada, salgamos mal paradas de esta crisis”, dijo

Por su parte, Mireille Jarry, consejera de Asuntos Sociales en la Embajada de Francia en Madrid, recordó que, en el aspecto del teletrabajo, el marco legal en Francia difiere mucho al español. País en el que “el empresario no tiene ninguna obligación de abonar los gastos originados por el teletrabajo y, hasta ahora, no ha sido un obstáculo para una práctica muy asentada en Francia”.

Reconoció los pasos dados para eliminar la brecha salarial que, con la reciente normativa, obliga a las empresas a publicar cada año un índice de igualdad, donde ha de mostrar si se cumple con las obligaciones de transparencia salarial, con sanciones de hasta el 1% de la masa salarial de la empresa si no se aplican. Un cambio legislativo que “está siendo muy bien aceptado por las trabajadoras francesas”.

“En Francia el sistema es muy similar al de España en base a los ERTE, adaptado a la realidad durante los últimos meses, con una nueva norma que establece un sistema de actividad reducida a largo plazo, hasta dos años, por motivo de una crisis profunda como la que estamos viviendo, donde caben las ayudas por parte del gobierno, previamente acordadas entre la empresa y los sindicatos”, concluyó.

Para Cristina Antoñanzas, vicesecretaria general de UGT, “la mujer ha de defender que teletrabajar no es conciliar y, en una sociedad en la que todas entendemos que el empresario ha de pagar los medios materiales como el ordenador, el teléfono o la impresora, debemos avanzar en otros gastos derivados del trabajo como la luz, la calefacción, o internet, y que deberían de haber quedados registrados en la norma. El trabajador no debe incurrir nunca en gastos derivados de la actividad profesional”.

“La desconexión real es un derecho fundamental, pero la realidad es muy diferente. El Real Decreto ha replicado los derechos y obligaciones de las trabajadoras y de las empresarias cuando estamos teletrabajando o trabajando a distancia”, explicó.

“Transparencia e igualdad retributiva han sido los aspectos en los que hemos tenido más enfrentamientos: es necesario conocer el salario de los trabajadores por categorías y diferenciados por sexos, como única vía para poder conocer que es lo que realmente está ocurriendo dentro las empresas y detener las desigualdades que se están dando”

“Si el Gobierno no apuesta por la igualdad de oportunidades, en todos los ámbitos de la sociedad, nunca conseguiremos alcanzar la igualdad real. Si al final se queda en papel mojado y no hay recursos para avanzar dentro de las empresas, dentro de 10 años habremos cambiado algo, pero no lo suficiente. El diálogo social se ha adelantado a esta nueva ola, los ERTE de rebrote ya estaban encima de la mesa desde hace meses y nos ha permitido tener medidas preparadas para enfrentarnos a los problemas para empresas y trabajadoras que estamos ahora viviendo”, argumentó, añadiendo que “el Gobierno debería ver los ERTE como una inversión. Hemos sido ejemplo en Europa, sindicatos y empresarios estamos dando la talla, tenemos que seguir avanzando, y posiblemente en enero nos tendremos que sentar para prolongarlos”

Para Olimpia del Águila, profesora titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Universidad Complutense de Madrid, y secretaria de la Comisión de Igualdad y Diversidad de CEOE, “el primer acuerdo de dialogo social fue bipartito y salió gracias al trabajo de CCOO, UGT y CEOE, pero ha tenido un valor esencial para los sindicatos y la patronal. El teletrabajo no puede ser nunca una forma de conciliación, debemos trabajar por la corresponsabilidad y por otras herramientas que rompan todas las brechas de género”

“Las empresas avanzan muchas veces más allá de lo que marca las obligaciones legales en la igualdad hombre-mujer, y en la transparencia salarial el gobierno ha de respetar y garantizar las políticas retributivas de una empresa, como parte de su estrategia empresarial. Debemos de proteger lo datos confidenciales de las nóminas de las trabajadoras, introduciendo mecanismos que nos ayuden a avanzar en la igualdad”, explicó, añadiendo que “cuando empezamos a trabajar los conceptos que debían dar cobijo en los ERTE, el principal escollo fueron los CNAE, posturas muy rígidas que podían dejar fuera a sectores que hoy están desapareciendo, como la hostelería, pero que finalmente se consiguió desbloquear para dar cabida a todas las empresas”.

Moderó el acto Laura Pérez, asociada sénior del área laboral de la firma Pérez-Llorca, entidad que es benefactora de Mujeres Avenir y resumió los puntos en los que se encuentran ambos países. Este evento se organizó en colaboración con la Embajada de Francia en España.

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