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Los 7 hábitos de la COVID-19

Según Stephen Covey, el autor del best seller “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, hay tres constantes en la vida; cambio, opciones y principios.

En una época como la actual, convulsa e incierta como tantas otras en la historia de la humanidad, esta afirmación se mantiene intacta. Se trata de una época de cambio, en la que aparecen opciones de aprendizaje para un futuro mejor y, todo ello, se entremezcla con nuestros propios principios que serán los que nos permitan aprovechar las oportunidades que, en base a nuestros valores, se nos puedan ir presentando de ahora en adelante.

La COVID-19 nos está afectando como individuos y, por ende, como sociedad. Nos ha tapado la boca con mascarillas, restringido nuestro ocio, alejado de nuestro círculo de amistades y familiares, en los peores casos, nos ha privado de nuestro empleo y, también, de nuestra salud física y mental.

Esto, que unido a la incertidumbre del futuro inmediato nos puede llevar a flaquear emocional y psicológicamente, debe ser recibido como una oportunidad magnífica para adoptar un estilo de vida más sencillo y conectado a nuestro entorno más cercano. Una toma de consciencia que nos permitirá sentar las bases de un futuro más esperanzador a todos los niveles.

Estas son, según mi modo de entenderlo, las 7 oportunidades que nos brinda la COVID-19 para replantearnos la manera en la que interaccionamos con el mundo:

1.Primero, lo primero. En nuestras vidas atendemos una infinidad de cuestiones. Cuestiones, algunas de ellas, de las que podemos prescindir sin ver alterado nuestro desarrollo como personas. En el trabajo, con nuestro círculo de amigos, en nuestro entorno familiar… Si lo piensas bien, en todas las facetas de tu vida tienes la oportunidad de ser más eficiente. No es necesario querer controlarlo todo, o estar disponible para todos, o intentar agradar a todos… Si antepones lo verdaderamente importante a las demás cuestiones, rebajarás tus niveles de estrés y ansiedad.

2.Carpe Diem. Si bien es cierto que la planificación es un aspecto que hemos trabajado bastante, a nivel personal y profesional, ahora es tiempo de vivir el presente. La incertidumbre no nos permite planificar ya que, muchos de los aspectos relacionados con esta pandemia escapan a nuestro control. Por lo tanto, antes que preocuparse y avanzar posibles escenarios que, en algunos casos, nos pueden generar ansiedad y estrés, debemos vivir intensamente cada momento para, posteriormente, ocuparnos de cada una de las situaciones que, en las próximas semanas, se nos puedan presentar. Aprovecha cada momento, vívelo con intensidad y hazlo tantas veces como puedas. Así, cuando se interrumpa temporalmente, podrás decir que has aprovechado cada momento.

3.Apreciar lo extraordinario de lo cotidiano. Si una cosa se ha visto alterada en el periodo COVID ha sido la rutina. El A-B-C de nuestro día a día se ha trastocado y, en algunos casos, por completo. Lo que podemos hacer hoy, quizás mañana lo tengamos prohibido y, este hecho, nos lleva a apreciar con intensidad aspectos banales y rutinarios que, en un pasado no muy lejano, podíamos denostar. Un paseo, ir al trabajo, un encuentro casual, una quedada con amigos, tomar algo en una terraza… La sencillez de los momentos cotidianos adquiere una relevancia inusitada cuando la incertidumbre planea sobre nuestras cabezas y, esta circunstancia, invita a reconectar con las cosas esenciales.

4.Think local. En la era de internet y lo digital, en la década del one click shopping y la mentalidad global, en la época en la que vemos el mundo como un gran mercado, debido a la pandemia y a sus efectos sobre nuestro entorno comercial más cercano, se impone una mentalidad local que nos invita a consumir los productos que se ofertan en nuestro radio de actuación más cercano. Este hecho debe ser visto como una oportunidad de oro para los retailers locales con el objetivo de trabajar en un portafolio de productos y servicios de calidad que supongan una diferenciación sobre aquellos productos que se pueden adquirir, a golpe de clic, a través de las grandes plataformas de e-commerce global. El terreno lo ha abonado el cliente y, en el momento actual, los comerciantes deben ser capaces de aprovecharlo.

5.Conciencia colectiva. El aspecto anterior nace de un nuevo mindset social que vela por el interés del grupo por encima del interés individual. En el contexto actual, empezamos a tomar consciencia de cómo afectan nuestras acciones a las personas con las interaccionamos en nuestro día a día. Y tan grande está siendo el impacto de este concepto que, durante el periodo COVID muchas han sido las compañías que han compartido mensajes relacionados con este aspecto de conciencia social colectiva. Durante un buen tiempo, por ejemplo, pudimos comprobar como, en pro del distanciamiento físico para evitar el contagio por COVID-19, muchas marcas separaban los diferentes elementos de que constaban sus logotipos.

6.El derrumbamiento de la cultura del “usar y tirar”. La sociedad del bienestar, en los últimos años, ha generado multitud de productos y servicios que se apalancan en el uso efímero. Todo tiene una fecha de caducidad y tras alcanzarla, se desecha. Productos de un solo uso, tecnología con obsolescencia programada, electrodomésticos que sustituimos en vez de repararlos cuando se averían, escalada de actualizaciones que nos invitan a comprar la última versión de lo que sea… Parece ser que nos podemos encontrar en un momento de reflexión acerca de nuestro estilo de consumo. En algunos casos por un decisión personal basada en valores como la sostenibilidad o el aprovechamiento de los recursos, en otros por una cuestión meramente pecuniaria en una época complicada a nivel de generación de recursos económicos. Sea como fuere, parece que podemos evolucionar hacia el desarrollo de una actitud de consumo más responsable y menos impulsiva.

Al hilo de este nuevo consumo más racional, ya hay compañías que están aprovechando para nutrir su propósito de marca con este tipo de mensajes. Es el caso de Adolfo Domínguez y la campaña “Ropa vieja, sé más viejo” con la que la firma gallega pretende concienciar sobre el consumo responsable y la idea de que la ropa de calidad puede ser atemporal e imperturbable al paso del tiempo.

7.Los círculos de confianza se aclaran. En un momento como el actual, en el que las relaciones sociales están bajo la lupa de las autoridades sanitarias y los encuentros físicos permanecen restringidos y limitados a unas pocas personas, parece aflorar una estructura de anillos concéntricos en la que distribuimos nuestra vida social. Así, los encuentros físicos se reservan a los anillos más cercanos a ti y otro tipo de encuentros como, por ejemplo, los digitales se producen en anillos más alejados. En algunos casos es posible que los encuentros ya no se produzcan ni a nivel físico ni a nivel digital. Quizás puedas observar cómo se ha redefinido tu círculo de confianza, quizás tu interacción social se ha mantenido intacta, lo único claro es que la COVID-19 ha cambiado nuestro ecosistema y tú puedes evaluar las diferencias que se han producido.

El periodo actual no es, ni de lejos, la mejor etapa de nuestra sociedad, aun así debemos vivirla como una oportunidad para replantear cómo queremos afrontar el futuro post-COVID. A pesar del hastío en el que vivimos sumidos, a pesar del cansancio acumulado tras meses de incertidumbre, debemos programarnos para sacar partido a las situaciones que, una tras otra, estamos logrando superar de manera individual y colectiva.

La vida es una obra de teatro que no permite ensayos: por eso canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos”. Charles Chaplin

Y tú… ¿Cómo estás aprovechando la situación actual para crecer personal y profesionalmente?

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