Comienzo este artículo acordándome de todas aquellas personas que ya no están con nosotros por los efectos de esta pandemia del coronavirus, como ejemplo de sacrificio por todos nosotros. También me quiero acordar de sus seres queridos, de nuestros sanitarios, militares, policías, guardias civiles, camioneros, cajeros y de todos aquellos, que desde la primera línea de esta Batalla, nos están ofreciendo lo mejor de si mismos. Ellos Ganarán esta Guerra, a nosotros en Homenaje a los que nos lo han dado Todo, nos tocará Ganar la Paz o como mínimo intentarlo.
¿Se puede hablar de emprendimiento, en este momento del partido? Sí, se puede proponer que se salve a nuestros autónomos, a nuestras familias y a nuestras empresas con la liquidez que van a necesitar. Se tarda muchos años en tener una idea que funcione en el mercado, pero en días, en minutos, se puede tirar todo por tierra y una empresa que se cae, difícilmente se pondrá de nuevo en pie.
Nuestra estructura económica es débil, poblada de pequeños empresarios, desgastados en la lucha diaria y modelos de negocio que generalmente dejan escaso margen, y con pocos sectores realmente potentes, en el que el turismo destaca, pero ya sabemos que se prepara para lo peor. Básicamente, ese es nuestro equipo y con él tenemos que jugar y tratar de ganar. Nos toca taponar las heridas de esta estructura, sin malgastar un solo euro en ineficiencias. Hay que salvar la economía, después de haberlo hecho con la sanidad. Por tanto, toca defenderla, juntar las líneas de la misma y atacar cuando se sepa que tenemos muchas posibilidades de meter algún gol.
¿Y quién puede atacar en este partido, que se va a jugar en un auténtico barrizal, y en el que ya no vale con empatar? La empresa. Sí, ya sabemos, que muchas lo van a pasar mal, que algunas desaparecerán, que van a despedir a personas, pero en estos momentos, necesitamos orden, organización y modelo de negocio, y ellas, y en este caos diario, lo tienen por la cuenta que les tiene, y la que no lo tiene, tarde o temprano sale del mercado, y en estas circunstancias, será más pronto que tarde.
Quizás no sea el tiempo del emprendimiento, sino más bien el del intraemprendimiento, el de aprovechar lo que ya se ha construido para mejorarlo. En el que cada empleado ayude a su empresa a que mejore su modelo de negocio y en el que cada empresa les escuche y valore su conocimiento. Empresas y empleados, muy unidos, porque se producirán oportunidades. Desde hace muchos años, España es uno de los países más avanzados, que peores tasas tiene en esta materia del intraemprendimiento como demuestran año a año, los informes del Global Entrepreneurship Monitor (GEM). Si antes no lo hemos hecho, este es el momento.
En este partido, también necesitaremos jugadores que normalmente son los reservas de reservas, incluso aunque han demostrado sobradamente su valía. El jugador 14, 15 ó 16, en el mejor de los casos. Y, recuerdo en el fútbol, juegan 11, y en el mejor de los casos, hay 3 cambios.
Estos días hay muchas personas que se acuerdan de los científicos. Bienvenidos al mundo real y al del valor añadido. Nosotros, en el CEF.- y la UDIMA, desde el INNOVACEF llevamos desde el año 2005 colaborando con ellos. Sabemos de su precariedad laboral en muchos casos, de sus ganas del volver a España y de su capacidad para generar este valor, que tanta y tanta falta nos va hacer. No es tiempo del “yo, ya lo dije”, pero os lo destaco porque es necesario reaccionar en este sentido. Nuestra cultura escasamente innovadora, tiene que cambiar radicalmente y todos debemos ayudar a ello.
España, juega esta guerra mundial económica, colocando en el banquillo a uno de sus mejores jugadores, los científicos. Sí, es el momento de colaborar con nuestros investigadores en las empresas, de insertarlos laboralmente, de atraerlos desde el exterior. Los necesitamos para abrir nuevos mercados, y ellos ya están en esos nuevos mercados. Ellos ya están creando o ayudando a que se cree valor y eso es lo que necesitamos.
La labor que hacen nuestras asociaciones de científicos en España, en el exterior y en el retorno, es digna de todo elogio. Y, van a ser muy necesarias, para iniciar esta colaboración con el mundo empresarial español. Y están ahí, deseando abrir puentes dentro y fuera de España. No os podéis imaginar el tipo de personas que son: geniales, creativos, trabajadores y agradecidos. El tipo de jugador que necesitamos. Han estado en el banquillo, pero ahora es el momento de que jueguen. De que juguemos juntos en una unidad: empresas e investigadores. Con los científicos, ganar todavía es posible. Juntos, seguro.
Soy un optimista empedernido, pero esta vez no nos podemos permitir el pesimismo, a pesar del tiempo que nos ha tocado vivir. Tenemos recursos para fundamentar nuestra esperanza, y para que las Tinieblas, una vez más, sean ganadas por la Luz.