El terrorismo, y en particular el yihadista, que ha convertido referentes turísticos mundiales en uno de sus objetivos prioritarios, es materia de alta preocupación para la Organización Mundial del Turismo (OMT), organismo dependiente de Naciones Unidas que se replantea ejercer a partir de ahora un papel más comprometido con la seguridad de los destinos preferentes en el ámbito del turismo.
Zurab Pololikashvili, secretario general de la Organización Mundial de Turismo, preguntado por ello en rueda de prensa, durante la celebración de la UNWTO Tourism Tech Adventures: Scaling Up, que acoge Cartagena de Indias (Colombia), reconoció que “hay que mejorar el servicio de seguridad” en aquellos lugares del mundo que son considerados referencia para el turista.
“Es muy difícil una receta” para combatir los devastadores efectos que sobre la economía de un país con arraigada cultura turística presenta un atentado terrorista de la envergadura del último acaecido en Sri Lanka, reconoció el máximo responsable de la OMT.
En estos casos, hasta la fecha, la OMT juega un papel relevante en la recuperación de la imagen que tiene un destino turístico asolado por un atentado terrorista, una epidemia o una catástrofe natural, pero en el caso particular de la actividad terrorista yihadista, admitió que el organismo que dirige se está replanteando tener una presencia más activa en materia de seguridad.
Así, adelantó su deseo de que los Ministerios del Interior de países potencialmente objetivos de este tipo de terrorismo tengan una presencia en las cumbres que, de ordinario, celebra la OMT. “Es muy difícil actual en casos de terrorismo. Ha pasado en África con epidemias o catástrofes naturales en el Caribe, donde ayudamos. El terrorismo es otra epidemia muy grave y contra ella hay que usar la innovación, también en seguridad”, aseveró.