Tobías Zisik, director comercial de Europcar España (izda.), y Marcel Forns, director general de GEBTA, en la presentación del 1er Estudio de Movilidad por Carretera en España, este martes. FOTOGRAFÍAS: Marta Peiro
El protagonista de los viajes corporativos por carretera en España “viaja con intensidad, realizando un promedio de kilómetros muy elevado, una media de más de 2.350 kilómetros mensuales, es mayoritariamente hombre, viaja solo y trabaja por cuenta ajena, y su vehículo presenta deficiencias”. Así de concreto se expresó este martes Marcel Forns, director general de GEBTA, en la presentación del primer Estudio de Movilidad por Carretera en España.
El documento, elaborado a partir de más de 200 empresas y en el que han participado más de 500 viajeros, proporciona una visión de un mercado que, según Forns, ingresa entre 1.900 y 2.000 millones de euros. Elaborado en un trabajo conjunto entre GEBTA, Europcar España y Volkswagen España, nació con el objetivo de “trasladar y compartir las buenas prácticas al mercado” y, según el directivo de GEBTA, será ampliado en septiembre.
El perfil del viajero conductor de un vehículo por cuestiones empresariales es, en un 75%, de un hombre que trabaja por cuenta ajena (65%) y viaja solo. Sus desplazamientos son, mayoritariamente, en vías interurbanas. El estudio revela un “uso intensivo” del vehículo privado, definió Forns. Un 53% de viajeros usan diariamente su vehículo para cuestiones profesionales y un 15% lo hacen 2 ó 3 veces por semana.
En total, al mes se recorre una media de más de 2.350 kilómetros, más de 105 al día. Esto supone, para Tobías Zisik, un “uso muy potente” de este vehículo. En porcentajes, el coche particular es, según los datos que figuran en el análisis, el modo de transporte más utilizado en un 28% de los casos. Le siguen el coche de alquiler (18,5%), el de empresa (17%), el taxi o coche con conductor (15,5%), el transporte público (12%) o el carsharing (5%). Esta última opción, reconoció el director comercial de Europcar España, “no la habríamos visto hace 5 ó 7 años”. Ello indica la variedad de opciones que están surgiendo en este terreno. El transporte por moto de alquiler es el medio empleado en un 2% de las ocasiones.
De ese 28% que emplea mayoritariamente su vehículo particular, Zisik afirmó que “muchos superan los 12 años de media, 14 en el caso de los vehículos industriales”. Un 20% carece de ITV, añadió. Por dicha antigüedad, según el informe, un 42% no dispone de GPS, un 20% carece de manos libres y un 18% de ABS, además de circular sin un sistema de alerta de embotellamiento o accidentes un 80% y hacerlo sin neumáticos de invierno o cadenas un 75%. A raíz de estos datos, consideró, “los vehículos no van mal equipados, pero se observa una falta de equipamiento para el uso que le da el viajero”.
Este uso se traduce en que una parte de los conductores conectan sus teléfonos a sus vehículos para poder atender llamadas y cuestiones de trabajo mientras están circulando. Concretamente, el 17% de los conductores realizan o reciben de manera intensiva llamadas telefónicas, haciéndolo frecuentemente el 38%. Ello hace que el vehículo se convierta en “una herramienta de trabajo”, declaró Zisik. Al serlo, “debe pasar de ser considerado una commodity a una herramienta eficiente, y eso supone construir una visión global e integral de la movilidad en carretera que contemple la seguridad, productividad y eficiencia y el coste”, puntualizó Forns.
Por ello, dijo el directivo de la agencia de viajes corporativos, del estudio se desprende la “exigencia de una revisión a fondo de las políticas de viaje integrales en carretera de las compañías en España”. Esto se debe hacer, enumeró Forns, en función a la creciente “importancia del transporte en carretera, a la transformación de la sociedad motivada por la movilidad y a la necesidad de incorporar mejorar a las políticas de viaje de las empresas previniendo los riesgos en los viajes de negocios”. La seguridad es, según muestra el informe, la principal preocupación de un 24% de viajeros. Le siguen las horas en carretera y factores de estrés.
A la hora de hacer frente a esa revisión, recomendó Forns, las empresas se encuentran ante la “necesidad de retirar de la circulación los vehículos que presenten mayor tasa de siniestralidad”. “Es responsabilidad de las compañías”, recordó el de GEBSA, “conocer los vehículos que utilizan y sus condiciones”. En esta línea, Forns apostó por una “política de movilidad inteligente” como “oportunidad de mejora”. Como parte de dicha política, llamó a “optimizar los recursos que se invierten manteniendo la visión sobre la seguridad. Invertir de forma más eficiente y segura”.
Por su parte, Zisik consideró que la revisión de la política de viaje puede hacer a las empresas concienciarse de que “tienen muchas opciones de movilidad, no hace falta que los empleados tengan coche propio”. Así, declaró que las compañías “no están aprovechando todas las posibilidades que ofrecen las nuevas opciones de movilidad, como el carsharing”. En este sentido, valoró la aparición de startups y compañías de reciente creación pero ya consolidadas. “Permiten incorporar otro punto de vista, otras tecnologías. Hay, por tanto, una buena oportunidad de integrar”, concluyó.