Fotos de los ganadores de Ances Open Innovation y algunos representantes durante sus intervenciones. |FOTOGRAFÍAS: Marta Peiro
La innovación se ha convertido en un elemento fundamental en la vida y el proceso de crecimiento de las compañías en el mercado actual, caracterizado por la digitalización, la globalización y el uso de las nuevas tecnologías de la información. Implica un cambio en la manera de realizar las cosas, una modificación de los procesos de producción para adaptarlos al contexto en el que vivimos, y es una clave diferenciadora a la hora de determinar la competitividad de una organización. Es tan importante que las empresas consolidadas destinan una gran cantidad de recursos a fomentarla y practicarla y las pequeñas y medianas buscan medios para hacerlo.
Una de las iniciativas que premia el esfuerzo de las compañías emprendedoras en su intención por innovar es el programa Ances Open Innovation, impulsado por la Asociación Nacional del CEEIs y 13 conocidas empresas, líderes muchas de ellas en sus sectores de producción. Tras un proceso que comenzó el 26 de febrero, este jueves se celebró la gran final en el Centro de Innovación de BBVA de la Plaza de Santa Bárbara. En ella, las startups finalistas tuvieron la oportunidad de explicar sus proyectos en persona a las empresas, y 13 de ellas fueron seleccionadas para trabajar con las empresas impulsoras de los retos, o tractoras, y recibieron una retribución económica de 500€.
El programa funcionó de la siguiente manera: desde el 26 de febrero hasta el 22 de marzo, las startups que se sintieran atraídas por el reto que proponían las 13 empresas implicadas en Ances Open Innovation presentaron sus candidaturas. Estas se tradujeron en un total de 110 soluciones, de las cuales cada una de las empresas tuvieron que seleccionar las tres que mejor se adaptaban al reto planteado, a las cuales les comunicaron su paso a la final el 6 de abril. En ella las startups finalistas debían exponer sus proyectos y dar las razones por las que los mismos debían ser escogidos frente a las empresas tractoras. Los retos lanzados destacaron por la utilización de nuevas tecnologías como drones, dispositivos digitales, sensores, robots, impresión 3D, Internet de las Cosas y Big Data, además de por una preocupación latente por el Medioambiente y la sostenibilidad, y la mejora de la calidad de vida del cliente.
Así, AERTEC pidió a las startups que les propusieran “ideas innovadoras, rompedoras y con ganas de aportar”, según Pedro Pablo Sánchez, director de Innovación, para encontrar nuevos usos en drones en sistemas aéreos de ala fija. Su propósito era lograr mayor versatilidad gracias a su capacidad de transportar cargas útiles. La propuesta que más les gustó fue la de Airestudio, una Ingeniería de Servicios de Geoinformación con experiencia en la planificación, captura, tratamiento y explotación de datos geográficos. La compañía, según explicó su CEO Lorenzo Díaz, está “tratando de rentabilizar todos los proyectos tecnológicos” y pretende “sensorizar las plataformas de Aertech”.
En el caso de BBVA, una de las entidades bancarias con mayor peso en la economía española gracias a sus 30.000 empleados y 10 millones de clientes, el reto trataba de “reducir el estrés de las personas mediante soluciones que hagan la vida, y toma de decisiones, más fácil a través del Big Data” para el análisis económico, expuso su representante. La ganadora fue Visualeo, startup que pretende, en palabras de su CEO Pedro Martín, “ser los ojos de todos”. Su solución “ayuda a conocer el estado de un producto o propiedad a distancia y sin tener que desplazarte”, explicó Martín. Para ello, concretó, se sirven de la tecnología blockchain y la geolocalización para hacer valoraciones del producto al cliente y que éste lo visualice. “Se podría integrar a cualquier tecnología”, argumentó el emprendedor.
Por su parte, la empresa BSH, el “mayor fabricante de electrodomésticos de Europa”, buscaba que los emprendedores, a través de las nuevas tecnologías, les ofrecieran ideas originales de “accesorios de cocina inteligentes, como cocinas inteligentes y multiconectadas” que puedan “solucionar problemas del día a día”. Su idea, comentó Sandra Ordobás, diseñadora de la startup, era “ofrecer valor a través de la digitalización”. En su caso, la propuesta elegida fue Chef-E. Se trata de una joven organización formada por dos miembros con grandes conocimientos y experiencia en el terreno de la Ingeniería Industrial y desarrollo de componentes mecánicos y proyectos de I+D. Su original idea, que se destacó, según ellos, por su “sencillez, funcionalidad y bajo coste”, fue un plato capaz de “ofrecer información en tiempo real de lo que posee mediante sensores”, explicaron. Como dato importante para un utensilio de cocina, aseguraron que “es capaz de soportar las temperaturas extremas del lavavajillas y el microondas”.
Bajo un punto de vista más preocupado por el medioambiente, Patricio Valverde expresó el deseo de Estrella de Levante de “reducir el gasto de agua yendo al vertido cero, a no gastar, y que nuestras aguas se puedan reutilizar”, mediante la reducción de la salinidad en su efluente de fábrica. David Bermejo, responsable de I+D de la ingeniera medioambiental Condorchem Envitech fue el encargado de representar a su empresa, diseñadora de plantas para el tratamiento de aguas residuales, depuración de aire y valorización de residuos.
En el caso de Iberdrola, el foco del reto estaba puesto en “encontrar soluciones energéticas limpias” que se adapten al “nuevo escenario mundial” para mejorar la sostenibilidad del sistema energético, utilizando fuentes renovables, expresó Gema Sánchez, analista de Inversiones. Para tal fin la compañía consideró que quien mejor se ajustaba a sus deseos era la compañía Obuu, capaz de desarrollar para ellos una “solución customizada”, según su cofundador.
Por su parte, la empresa de telecomunicaciones en el norte de España, Euskaltel, participó en la iniciativa con el propósito de encontrar una organización que fuera capaz de desarrollar nuevos servicios funcionales en forma de sensor para integrar en su nueva plataforma para el control del hogar y el negocio. La afortunada fue, en este caso, Táctica Tic, compañía centrada en la optimización de productos y procesos productivos mediante inteligencia artificial y sensórica. En su propuesta, especificó su representante, David López, se ofreció un “servicio de control automatizado e inteligencia del servicio de calefacción”.
En un sector tan importante en la economía española como el turístico, Iberostar busca “incrementar la venta directa mediante sus activos digitales” haciendo uso del Big Data, la valoración de servicios o los datos turísticos. Para ello, Andrés Pulgarín, CEO y fundador de la organización especializada en crear asistentes virtuales Botslovers, expresó su deseo de proporcionar a la compañía hotelera el Iberostar Bot, que actuará como “un amigo que da recomendaciones”.
La empresa Gonvarri, por su parte, se implicó en el programa para encontrar soluciones destinadas a “mejorar la logística interna de los almacenes, su digitalización”, describió su representante David Sánchez. En definitiva, establecieron su necesidad de desarrollar un sistema que permita la gestión automatizada, la trazabilidad y verificación en tiempo real del inventario de plataformas y productos terminados en almacén. Myruns Engineering Sports les dio la solución que querían con Gonvarri Smart Warehouse, un proyecto que hace uso de la realidad aumentada.
Inma Fernández, responsable de Marketing y Comunicación del Grupo Huertas, aclaró que su empresa pretende “desarrollar una plataforma donde confluyan los canales de comunicación, a la que lleguen todos los imputs y se puedan gestionar de forma centralizada, agilizando la comunicación y contribuyendo a la satisfacción del cliente”. Para tal fin fue seleccionada la opción de Syscomed, que se presentó con la intención de “integrar todas las comunicaciones en una sola ficha de cliente, registrándolas todas”, explicó Juan Mendrán, su representante.
La constructora Sacyr, implicada en “mejorar la calidad de vida con proyectos de infraestructuras”, según su director estratégico y de Innovación, Diego Rocha, propuso a las startups desarrollar el “mantenimiento predictivo de su maquinaria de gran volumen” para evitar problemas. La compañía se decantó por la consultora de datos Lis Solutions gracias, entre otras cosas, al alegato de su socio fundador, Asier Barredo, por “hacer nuestra la cuarta revolución industrial” y no “perder ese tren”.
La desarrolladora de placas solares Soltec buscaba un sensor inalámbrico de funcionalidades avanzadas para poder integrarlo en el seguidor que emplean para orientar sus paneles. La empresa Alteria, creadora de hardware para productos 4.0, fue la seleccionada gracias a su producto Smart Bug, capaz de “transmitir datos inalámbricamente con sensores”, según su representante. El producto, además, no dispone de batería, lo que, según fuentes de la organización, le garantiza una vida de 20-25 años.
Por su parte, SPC buscaba sumarse al cambio digital mediante el descubrimiento y trabajo en nuevas líneas de negocio en robótica, impresión 3D e Internet de las Cosas. La que más se ajustó a sus requerimientos fue Optimus 3D, capaz de “hacer prototipos y dar soluciones reales y funcionales más allá de lo convencional”.
Por último, Vegenat, empresa de nutrición médica, propuso el reto de diseñar nutrientes específicos para hacer frente a la malnutrición asociada a patologías. La exposición de Marta González, CEO y fundadora de Sigma Biotech, fue la que más les convenció, aunque aseguraron que “seguro” trabajarían con el resto de startups presentadas en el futuro. Se trata de una compañía privada que presta servicios de innovación para empresas de la cadena agroalimentaria.