Max Oliva y Antonio González, durante el acto de presentación del nuevo espacio de Impact Hub, este martes. |FOTOGRAFÍAS: Marta Peiro
Los creadores ya tienen un nuevo espacio en el centro de Madrid para dar rienda suelta a su inspiración. Este martes Impact Hub, la comunidad de emprendedores, profesionales, empresas y organizaciones, presentó su nueva sede en la capital, situada en el barrio de Chueca. Se trata de un edificio de 2.200 metros cuadrados distribuidos en 4 plantas con diferentes espacios para impulsar el “coworking con propósito”, según Max Oliva, cofundador y consejero de la organización.
Al llegar al número 23 de la calle Piamonte, el visitante descubre un edificio que llama la atención por sus cristaleras, una de ellas propia del garaje adaptado, y su tamaño. Al entrar, asoman unos espacios amplios hechos con “materiales muy cercanos, austeros, sostenibles”, señaló Antonio González, director de Impact Hub. Las estancias de este “espacio pionero en coworking, innovación y emprendimiento”, como lo describió González, están hechas con materia prima local y materiales reciclados, como vidrio reciclado y 3.000 kilos de fibra de esparto que recubren las paredes de arriba abajo, dándole al lugar un aspecto rural y familiar. Llama la atención también la terraza del último piso, en la que se han dispuesto mesas, sillones y sillas, y una pantalla colgante para proyectar, bajo un techo de mangueras. “Con la elección de estos materiales hemos querido apoyar la producción local y contribuir al desarrollo de entornos locales”, declaró González, que añadió su preferencia por los “edificios que transmiten que están hechos por manos”.
Entre las cuatro plantas hay distribuidos espacios estructurados con 250 puestos de trabajo fijo de coworking, despachos y salas multifunción. El propósito, confesó José María Churtichaga, arquitecto del Estudio Churtichaga y De la Cuadra-Salcedo y artífice de la obra, es que “cualquier espacio pueda utilizarse hasta tres veces al día”. Así, las salas, a pesar de contener mesas, sillas y demás mobiliario, pueden habilitarse para cualquier tipo de evento. “Nos valoran mucho la programación, porque viniendo a Impact Hub se tiene acceso a un montón de contenidos que permiten conectar con mucha gente. Es una de las claves de la organización”, explicó González. Cada año, en cifras de la comunidad emprendedora, 100.000 personas acuden a Impact Hub ya sea para trabajar o asistir a eventos.
José María Churtichaga explica a los asistentes la disposición del edificio.
En total, concretó el director, sumando los puestos de trabajo fijos y el resto de espacios, la capacidad de la nueva sede es de 450 personas. El edificio, según aseguraron, se encuentra ya al 90% de su ocupación. “La comunidad es muy diversa: hay desde pequeñas startups hasta espacios de corporaciones que quieren conectar con el mundo del emprendimiento, y fundaciones que impulsan la sostenibilidad, la cultura...o empresas de blockchain que desarrollan nuevos proyectos”, describió González. Para tener un puesto fijo en el edificio, con acceso a Internet incluido, los emprendedores deberán pagar una tarifa de 280€ al mes, comentó Carmen García, directora de la nueva sede. Los despachos y puestos flexibles están disponibles desde 100€ al mes.
La apertura de Piamonte, 23 forma parte de la “estrategia de crecimiento” que Impact Hub está llevando a cabo, presente en la primera fase de su “plan de expansión”. Tras llevar en activo 10 años, 8 de ellos en Madrid, la idea, detalló González, es “terminar 2018 con más de 10.000 metros en 5 espacios singulares en Madrid, espacios con carácter propio”. Como parte de dicho plan, anunció además la futura apertura de otro espacio en la Plaza Barceló. La comunidad emprendedora está ya en más de 100 ciudades, en los 5 continentes, valoró Oliva. La “red”, que se ha convertido, según la organización, en el primer coworking en España en estar certificado con el sello B Corporation que adquieren las empresas sostenibles, posee más de 60 centros de innovación, y en ella participan más de 10.000 emprendedores.
Según González, el modelo de Impact Hub “es un modelo híbrido, basado en combinar la comunidad y los espacios de coworking, con los eventos, la programación, el contenido...lo que se vive en ese espacio, con proyectos relacionados con innovación y emprendimiento que hacemos para grandes marcas”. De esta manera, aseguró, “apoyamos la transformación y el cambio, que es lo que impulsamos. Un cambio con propósito que haga mejorar el mundo”.
Lo más importante, aseguraron los representantes y protagonistas en el acto, es la creación de una “comunidad” conectada. “Buscamos generar entornos en los que nos inspiremos unos de otros y nos conectemos, necesitamos comunidad. Acompañarnos de personas que compartimos valores e ideas y buscamos impulsar proyectos para transformar nuestro entorno”, estableció Oliva. “La clave de un espacio de coworking es crear esa comunidad. Que uno cuando llegue tenga accidentes positivos todos los días, y el proyecto empiece a crecer", concluyó el arquitecto.