A la hora de poner en marcha una nueva idea a través del emprendimiento y la creación de una startup es fundamental identificar claramente qué necesidades cubre o qué problemas solventa nuestra propuesta, es decir, definir la propuesta de valor de nuestro producto o servicio. Los elementos más importantes para definir dicha propuesta de valor vienen determinados por el grado de innovación que presenta, el modo en cómo se aplica la tecnología y el conocimiento de forma masiva y sistemática en la actuación competitiva de las mismas.
En este artículo se analiza en detalle qué es la innovación, su importancia y los tipos de innovación que pueden ser aplicadas a nuestro proyecto de emprendimiento.
Podemos definir la Innovación como la transformación de una idea en un producto vendible, nuevo o mejorado, en un proceso operativo en la industria o en un nuevo método de servicio, lo que supone un cambio que tiene su reflejo en una novedad y su filosofía, desarrollo y ejecución que afecta a todas las áreas de la empresa.
Esta idea nueva puede incorporar diferentes grados de novedad por lo que distinguimos entre innovación radical cuando dicho cambio supone una modificación disruptiva y sustancial, generando nuevas industrias, procesos o servicios, o bien una innovación incremental mejorando el producto, proceso o servicio, según sea la incorporación de ese grado de novedad. Además en función del objeto al que se dirige podemos hablar de innovación de producto o innovación de proceso, según se trate de un producto tangible o de un proceso operativo.
Nos encontramos ante una innovación radical cuando dicha innovación produce cambios esenciales o radicales en una industria a nivel global o mundial. Nos encontramos ante cambios que en la mayoría de los casos los clientes apenas han demandado, o al menos no son conscientes de ello, y precisamente por ello suponen un gran impacto en una industria convirtiendo los productos existentes en obsoletos y no competitivos. En la mayoría de las innovaciones radicales el conocimiento tecnológico creado y generado constituye una ventaja competitiva de tal magnitud que en una primera etapa puede llegar a convertirse en destructor de la competencia de productos existentes que quedan obsoletos ante la nueva innovación.
Como ejemplo de innovación radical podemos citar la aparición y difusión de los ordenadores personales (PC) en la década de los setenta que dio lugar a una nueva industria de fabricantes de ordenadores (hardware) así como a la industria del software con la creación de programas y aplicaciones para el uso de los mismos.
La aparición de ordenadores personales de la mano de empresas de reciente creación como Apple o Commodore arrastró a compañías consolidadas como IBM a nuevos mercados emergentes provocando así la desaparición progresiva de la industria de las máquinas de escribir cuyo producto quedaba ya obsoleto frente al avance de los ordenadores personales.
Otro ejemplo de innovación radical lo podemos encontrar en los años sesenta con la aparición de la industria de los pañales desechables. Hasta ese momento los pañales para bebés eran telas rectangulares confeccionadas en algodón que eran reutilizadas una y otra vez después de su lavado.
Las innovaciones en este campo dieron lugar a la aparición del colchón de fibras celulósicas y a la incorporación de telas no tejidas, de buena calidad, en la capa de contacto con la piel. Esto propició el desarrollo de la fabricación a escala industrial de pañales desechables con la incorporación de maquinarias cada vez más complejas, eliminando de esta forma el uso de los antiguos pañales de tela.
Como hemos visto con estos dos ejemplos, la innovación radical tiene un gran impacto en la sociedad y genera una gran ventaja competitiva en sus primeras etapas para aquellas empresas que han desarrollado la innovación.
En los últimos años las innovaciones más radicales las estamos encontrado en el campo de la telefonía móvil, inteligencia artificial, robótica o Blockchain.
Entendemos la innovación incremental como aquella que corresponde a sucesivas evoluciones de menor importancia en productos y procesos ya existentes. A diferencia de la innovación radical, esta innovación contribuye continuamente en el proceso de cambio y se ajusta totalmente a la baja disponibilidad de recursos y a los requerimientos del mercado.
Este tipo de innovación es percibida por el consumidor rápidamente, no cambia en esencia el concepto original ni representa un cambio trascendental y tiende a ser rápidamente imitada por la competencia.
El objetivo de este tipo de innovación busca mejorar productos ya conocidos, buscando una mejor afinidad con las expectativas del cliente, y acceso a mercados nuevos o más grandes.
Como ejemplo de innovación incremental podemos citar a la industria del automóvil. En este tipo de industria la innovación busca desarrollar nuevos vehículos cada vez más atractivos para los consumidores proporcionando una mayor seguridad (detector de cambio de carril automático, frenada automática, faros diurnos, ABS,…), mayor confort (techo solar, asientos calefactables, climatizador, asientos deportivos, asistente de aparcamiento,…), mayor durabilidad (pintura metalizada, faros LED,…) y mayor respeto por el medio ambiente (coches híbridos y eléctricos),
Otro ejemplo de innovación incremental lo podemos encontrar en la industria de fabricantes de aparatos de televisión. Los aparatos de televisión han ido añadiendo nuevas características incrementales pasando de los antiguos aparatos en blanco y negro de tubo de rayos catódicos a los actuales aparatos de televisión con tecnología LED, mayor definición de imagen, disponibilidad en varios tamaños, menor peso, sonido envolvente, etc…
En ambos casos la innovación incremental ha supuesto sucesivas evoluciones en productos ya existentes que han derivado en un nuevo producto con mejores características contribuyendo así a un proceso de cambio continuo.
La innovación de producto se produce con la aparición de un producto o un servicio nuevo, en una industria y mercado existente, el cual contiene mejoras importantes en especificaciones técnicas, componentes y materiales, software incorporado, ergonomía u otras características funcionales que lo diferencian del resto de productos existentes. No se trata por tanto de una innovación radical, si no de un nuevo producto con mejoras importantes.
La innovación de producto es considerada una de las estrategias de las empresas encaminada a ganar competitividad en el mercado, bien mediante ahorro de costes de producción y distribución o bien mediante éxitos comerciales, como aumento de ventas, fidelización de clientes o aumento de cuota de mercado.
Como ejemplo de innovación de producto podemos hablar del nacimiento y la aparición del iPod por parte de la compañía Apple. A mediados de los 90 existían diferentes reproductores de música con características muy similares y parejas. En 2001 Apple se introducía en el negocio de los reproductores de música presentando el primer iPod, con 5 GB de almacenamiento de música, en un dispositivo de reducidas dimensiones, el más pequeño creado hasta ese momento. De esta forma el iPod no era el primer reproductor de mp3 del mercado, pero incorporaba una serie de mejoras clave que lo hacían diferenciarse de la competencia y convertirse en el reproductor líder a nivel mundial:
Tamaño ultra-portátil.
Podía cargar mil canciones en un disco rígido de 5GB con transferencia vía FireWire.
Poseía una batería que duraba 10 horas y que se recargaba a través del mismo cable con el que se transfería música al dispositivo.
La simpleza del diseño, su interfaz y su sencilla interacción con los ordenadores portátiles hicieron que ganara gran popularidad. De esta forma Apple redefinió el mercado de la tecnología portátil y la industria de la música desbancando a otros reproductores de música como el Walkman y el Discman, y a otros soportes como la cinta magnética y el CD.
Otro ejemplo de innovación de producto lo encontramos en el desarrollo y posterior proliferación de las bombillas de tecnología LED. El descubrimiento de la tecnología LED ha supuesto una auténtica revolución en eficiencia y ahorro, así como en contaminación ya que emiten menos CO2 a la atmósfera. La aparición de las bombillas LED ha dado paso a la desaparición de las antiguas bombillas incandescentes y a la obsolescencia de las Fluocompactas, o de bajo consumo, incorporando mejoras importantes en el uso de componentes y materiales.
Así pues, como vemos, la innovación de producto aparece con el desarrollo de un nuevo producto con unas características que mejoran lo existente en ese momento creando una ventaja competitiva en la empresa que lo lleva a cabo.
La innovación de proceso radica precisamente en los métodos y en la manera en la que se fabrica un producto o se ofrece un servicio dentro de una empresa. El objetivo se centra en la implantación de un método de producción o distribución nuevo, o con alto grado de optimización que incluye mejoras importantes en técnicas, equipo y/o software.
De esta forma podemos hablar de innovación de procesos relacionados con:
Incorporación de nuevos sistemas de producción, como el “Just in time” sistemas flexibles, etc.
Utilización de nuevas tecnologías (comercio electrónico, página web, etc.).
Adquisición de nueva maquinaria.
Incorporación de sistemas de calidad.
Mejora del diseño de los soportes comerciales.
Como ejemplo de innovación de proceso nos encontramos con la industria textil y el grupo Inditex y, en concreto, con la empresa ZARA. Este es un claro ejemplo de innovación de proceso al haber incorporado un nuevo sistema de producción en su cadena. La cadena ofrece una gama amplia de productos, en constante cambio y a un precio muy competitivo, gracias a su innovación en proceso: la fabricación es realizada mientras se transportan las mercancías, de esta forma convierten el tiempo de transporte en tiempo de confección de las prendas.
El proceso comienza por la creación de los diseños. En lugar de contar con grandes diseñadores a nivel mundial, ZARA imita los diseños de las tendencias que marcan las grandes firmas de moda. A partir de ahí obtienen feedback de los consumidores a nivel mundial y la central recibe miles de comentarios enviando los ajustes indicados a los fabricantes que incorporan y realizan las modificaciones en la siguiente línea de ropa. Ésta se envía de vuelta y las existencias cambian tan rápido que los potenciales compradores se sienten motivados a comprar sobre la base de que o lo hacen ‘ahora o nunca’ cada vez que ven algo, sabiendo que ese artículo estará en tiendas durante pocas semanas.
De esta forma la innovación de proceso se orienta a la moda rápida, dirigida por los clientes y basada en una corta cadena de producción. Según la propia compañía “desde la creación de la empresa, la clave para el éxito de este modelo es la capacidad de adaptarse a la preferencias del consumidor en el menor tiempo posible. Para Inditex, la velocidad es una gran prioridad, por encima de los costos de producción. La integración total de este concepto nos permite alcanzar mayor flexibilidad, disminuyendo el tiempo de respuesta y manteniendo el volumen de stock en el nivel más bajo posible”.
Otro claro ejemplo mundialmente conocido de innovación de proceso lo encontramos en el grupo Toyota que lleva la innovación hasta su sistema de producción.
El Sistema de Producción de Toyota (TPS, Toyota Production System) es su principal elemento de éxito y su objetivo se centra en eliminar, a todos los niveles, cualquier forma de desaprovechamiento, de sobrecarga y de irregularidad en el proceso de producción. El TPS se basa en la estandarización de procesos y en la mejora continua. Los pilares del TPS son principalmente:
La gestión Just in time, que consiste en proporcionar las piezas y los componentes en la cantidad exacta y necesaria, en el momento adecuado.
La automatización que permite a los distintos miembros del equipo señalar cualquier anomalía para que sea resuelta por el jefe de equipo. Si no se está en disposición de dar una respuesta rápida, la línea de producción se detiene automáticamente.
La utilización total de las competencias del personal.
Optimización del flujo de piezas, de vehículos y de información, limitando el consumo de recursos (agua y energía) así como los desplazamientos.
De esta forma, y como hemos visto en estos ejemplos, la innovación de proceso genera eficiencia y optimización en los métodos de producción y fabricación.
En resumen podemos afirmar que conocer de antemano los diferentes tipos de innovación que pueden ser aplicados a nuestro producto o servicio nos ayudará por un lado a definir nuestra propuesta de valor y, por otro lado, a desarrollar la mejor innovación como ventaja competitiva de éxito para posicionar nuestro proyecto emprendedor en el mercado.