Jorge Álvarez, socio-fundador de Iberproin
Cuando se emprende, y más si es una empresa que empieza de cero en todo, un empujoncito nunca viene mal. Bien es cierto que el emprendedor que cuenta con patrimonio suficiente para acometer el proyecto, puede pasar sin financiación, pero siempre es aconsejable financiar parte de la inversión y no contar exclusivamente con el patrimonio del socio o socios. Tampoco es recomendable exceder el nivel de endeudamiento, por lo que debemos mantenerlo entre un 40% y un 70% del pasivo total.
TENER UN PLAN
Dicho lo anterior, antes de acudir a financiación, incluso antes de emprender, es necesario contar con un plan de negocio perfectamente estructurado, incluyendo un estudio de mercado, una previsión de tesorería a tres años, un plan de marketing, etc. Presentar el proyecto de una manera clara, realista y atractiva nos acercará un poco más a la financiación necesaria. Y para esto, la ayuda de un equipo de profesionales cualificados se antoja imprescindible.
OPCIONES DE FINANCIACIÓN
Disponiendo ya de un proyecto concreto y viable, podemos acudir a diferentes vías de financiación:
Subvenciones: Tanto el Gobierno de España como la UE tienen una línea de crédito destinado a las subvenciones, si bien estas, en su mayoría, son de carácter muy sectorial y son difíciles de conseguir, lejos de la agricultura y ganadería o el sector tecnológico. Obviamente, obtener capital a fondo perdido es la opción más atractiva, pero también la más complicada de lograr.
Crédito oficial: Las líneas ICO y el crédito oficial de la UE son productos atractivos por los bajos intereses que aplican. Por debajo de los 250.000 € de inversión se tramitan a través de las entidades de crédito. El principal inconveniente es que, por lo general, las gestiones administrativas para acceder a estos créditos, son más complejos que el crédito bancario. La Comisión Europea tiene en marcha el plan financiero “Proyecto Pyme”, que cuenta con diversas fases de financiación para Pymes en Startup y que contempla incluso un primer importe a modo de subvención para facilitar la penetración en mercado de nuevos productos. Los proyectos que no reciben esta ayuda, pasan a “Horizonte Pyme”, ya de la mano del Estado Español, teniendo una segunda opción de financiación pública. También existen planes específicos de financiación para el sector tecnológico, teniendo acceso a ellos empresas que tengan menos de 4 años de existencia, principalmente. Existen otros planes de ayudas de la UE, para I+D, Turismo y Arte, etc. que en Iberproin gestionamos para que nuestros clientes puedan acceder a dicha financiación.
Entidades de crédito: Cuando el empresario no acude a asesoramiento, esta suele ser su principal opción. No obstante, siempre conviene tener muy claro si queremos financiar toda la inversión o solo parte, si debemos acudir a préstamo o línea de crédito, si debemos contratar algún tipo de arrendamiento financiero (leasing, renting …) etc. Es importante, insisto, tener una estrategia financiera adecuada, por lo que nunca viene mal esa ayuda profesional que comentaba anteriormente.
Financiación privada: Existe la figura de los ¨Business Angels¨, que son inversores que ayudan a las empresas que están empezando, invirtiendo en ellas. En muchos casos sin más garantía que lo atractivo que sea el proyecto, con lo que se convierte en una opción nada desechable. Los préstamos de particulares a empresas también son una opción, si bien suelen venir acompañados de elevados intereses, por lo que debería contemplarse esta opción en caso de no tener otra. Una forma de financiación que ha estado muy activa es el “Crowfounding”, que en caso de proyectos no excesivamente ambiciosos, recibe ayudas desinteresadas por parte de pequeños donantes, quienes reciben a cambio una unidad del producto que se va a lanzar o una camiseta o algún otro tipo de regalo conmemorativo.
Financiación Propia (Patrimonio Neto): No es frecuente acudir a una ampliación de capital según se está empezando un proyecto, pero podemos contemplar obtener una inyección de capital sin perjudicar el índice de endeudamiento de la empresa. Existen inversores particulares y empresas que se dedican al Holding y, si la empresa presenta un buen proyecto, invertirán en ella, pasando a formar parte del accionariado de la misma, pero dejando la administración de la misma en manos de sus socios originales, que al fin y al cabo son los que idearon el proyecto y los que seguramente sabrán llevarlo a buen puerto. Estos inversores, sencillamente, esperarán al reparto de dividendos. Otra modalidad de este tipo de financiación será, en lugar de un gran inversor, conseguir muchos pequeños inversores. Algo parecido al Crowfounding, pero teniendo participación, aunque sea pequeña, en el accionariado de la sociedad.
MOMENTO ACTUAL
Con la lenta pero continua recuperación económica y los tipos de interés, especialmente bajos, que ofrece ahora mismo el mercado, es un buen momento para obtener financiación y poder emprender. Si el proyecto es atractivo, claro está.