Imagen promocional de la startup La Casa de la Aldea. |FOTOGRAFÍAS: Trescom.
La preocupación por la alimentación saludable ha aumentado en los últimos años. Tanto es así que en 2017 el consumo de productos ecológicos en España creció un 14%, llegando este tipo de alimentación a un 40% de los hogares españoles, según el informe ‘Mitos y realidades sobre el consumo de productos ecológicos’. También ha traspasado las barreras de Internet: un 40% de consumidores compra productos online y se ha producido un incremento de las compras en 700 millones, llegando a mover el sector 1.700 millones de euros. Según Ecovalia, España se sitúa en el top ten del mercado bio mundial.
Aprovechando las oportunidades del sector, en 2013 nació La Casa de la Aldea, un e-commerce gourmet que cuenta ya con más de 70 artesanos gastronómicos y más de 200 productos de lujo naturales, desde verdura ecológica, vino o aceite hasta pan, queso o carne a repostería. Todo creado de manera tradicional en aldeas, principalmente gallegas.
El consumidor puede acceder a la plataforma y valorar la oferta, producida en pequeñas cantidades de alimentos, realizar su pedido y recibirlo directamente y en menos de 24 horas. El producto a consumir se realiza con un modelo que reduce de 5 pasos a 1 la cadena tradicional de distribución alimentaria, lo que favorece un impacto positivo en el medio ambiente gracias a la reducción de la cantidad de envases y conservantes.
En palabras de José Luis Gómez, co-fundador de la empresa, “permite rescatar procesos de elaboración históricos e ingredientes prácticamente extinguidos”. Gracias a ello, la startup retribuye a los autores con los que colabora un precio justo por su trabajo, favoreciendo espacios para la creación de proyectos rentables y sostenibles en áreas rurales.
Tanto ha crecido el sitio web que los chefs participantes en el proyecto realizan unos 300 envíos semanales a núcleos urbanos o semiurbanos, con un ticket medio superior a 58€. La compañía facturó en 2017 56.000 euros y espera contar con 1.000 nuevos consumidores, triplicando las ventas. Para lograr dicho objetivo, mediante la ampliación de profesionales, oferta e internacionalización del negocio, la startup busca una ampliación de capital de entre 160.000 y 200.000 euros a través de la Bolsa Social, plataforma de equity crowdfunding que pone en contacto a inversores con empresas con valores sostenibles. De esta forma, los inversores que apuesten por el proyecto se convertirán en socios del mismo, obteniendo un descuento anual de entre un 7,5 y 12,5%.
