Joan Rosell, presidente de la CEOE (Fotografía: Luis Miguel Belda/TodoStartups)
La patronal CEOE urgió este jueves al Gobierno español a promover sí o sí el emprendimiento así como la transformación digital tanto de empresas como de trabajadores, con el objetivo de afrontar con éxito el nuevo escenario económico y laboral, fundado en gran parte sobre las nuevas tecnologías.
En la presentación de ‘La educación importa. Libro Blanco de los empresarios españoles’, un informe elaborado por la Comisión de Educación y Gestión del Conocimiento de la CEOE, la patronal española reclama promover un acuerdo social y político que comparta una visión y asegure un rumbo efectivo para el sistema educativo; establecer un nuevo currículo para un tiempo nuevo; promover la innovación, el emprendimiento y el empleo de las tecnologías; hacer de la docencia una profesión robusta y consolidar la libertad de enseñanza.
Las propuestas indicadas tratan de dar respuesta a lo que el Libro considera cinco déficits "muy importantes" del sistema educativo: la mediocridad de los resultados, la ineficiencia del gasto, la brecha entre formación y empleo, la lentitud de la respuesta política y las deficiencias de los marcos normativos.
Con respecto al primero de estos déficits, el estudio indica que cuando se someten los resultados en educación a la prueba del contraste internacional o a las tendencias a lo largo de periodos suficientemente extensos, se aprecian "carencias notables, que suponen frenos para el progreso económico y social de nuestro país".
En lo que concierne al gasto público en educación referido al PIB, España, con un 4,2%, se situaba 1,1 puntos porcentuales por debajo de la UE-28 en el año 2013. Si bien España, con un 18%, es uno de los países europeos en los que la proporción de gasto privado con respecto al gasto total en educación es mayor.
El ministro de Educación, Cultura y Deportes, y portavoz del Gobierno, Iñigo Méndez de Vigo, invitado al acto, advertía de la necesidad de sostener los “principios de mérito” en el ámbito educativo frente a la “obsesión” por obtener un diploma que no siempre refleja los conocimientos oportunos.
Otro aspecto que en opinión de Méndez de Vigo debe prevalecer es la autonomía y flexibilidad del cuadro docente, entre otras razones, dijo, porque lo contrario “no es posible”. Igual dijo del marco de competencias que el Estado comparte en materia educativa con las comunidades autónomas: “Yo no soy un revolucionario que quiere empezar de cero, yo soy un reformista”, avisó.
El informe de la CEOE hace hincapié en la oportunidad, cuando no la urgente necesidad, de que la formación educativa, sobre todo la universitaria, se ajuste a la demanda laboral. No es posible, viene a decir el informe, que las empresas reclamen trabajadores cualificados que no encuentra si no es recurriendo a profesionales de otros países.
El Libro Blanco subraya “la situación contradictoria que se observa, ya que hay elevados niveles de desempleo y, a la vez, escasez de cualificaciones y de competencias de interés para el mercado laboral”. Sobre todo, agrega, “se observa en la enseñanza universitaria, lo que supone un fallo grave en materia de orientación profesional”.
El titular de la cartera de Educación expresó que en el informe de la CEOE “hay muchísimas cosas para compartir y en la que estamos de acuerdo”, como, por ejemplo, que “el sistema educativo tiene que evaluarse; una evaluación no para establecer barreras u obstáculos, sino para detectar qué necesidades existen y poner solución”.
En este sentido, defendió la importancia de “mantener los principios de mérito”. “No hay que obsesionarse con tener un diploma, sino con que el diploma responda a un esfuerzo y a una preparación demostrable”, puntualizó.
El presidente de la CEOE, Juan Rosell, por su parte, habló de que “el mundo está cambiando, es disruptivo, y todo eso”, dijo, “afecta a las empresas y a la educación”. Las empresas, se lamentó, “ya tenemos carencias de puestos de trabajo cualificados”. Por ello urgió a que el sistema educativo se alinee con el mercado laboral “para evitar frustraciones y despilfarros”. Porque hoy “la demanda es una y la oferta es otra: aún existe una brecha”.
