Reportaje fotográfico: Luis Miguel Belda/TodoStartups
No es necesariamente la solución a los eventuales males de una empresa, ni siquiera un paño caliente, pero fomentar por parte de la dirección actitudes emprendedoras entre los empleados se está consolidando como un instrumento para, por un lado, apasionar de nuevo al trabajador y, por otro, generar un caldo de cultivo de ideas que refuercen el valor de la compañía.
No todas esas ideas fructificarán, probablemente solo diez de cien serán desarrolladas, o menos, pero lo que importa es que durante el proceso la maquinaria se engrasa "ad eternum".
La sede de la representación en España de la Comisión Europea y el Parlamento Europeo acogió este viernes la Jornada "Emprendimiento Corporativo e Innovación Abierta", convocado por el Foro Innovación y Cink Emprende, en el marco de los "Desayunos Agenda Digital Europea".
En este encuentro, los expertos coincidieron en la oportunidad para toda empresa de que el empleado exprese su motivación aportando su experiencia e ideas, pero también de que tal proceso no ha de ser entendido tanto como un bonus puntual, una recompensa económica, como una oportunidad para aquél de participar en el desarrollo de su propia iniciativa y el reconocimiento social que ello comporta.
"La fórmula de los premios puede tener un efecto catalizador para generar ideas, pero más allá de eso, lo que funciona es la participación en el desarrollo de esta iniciativa", apunta Eduardo Romero, director de Energía y Sostenibilidad, y director del Fondo de Emprendedores de la Fundación Repsol, quien agrega: "La visibilidad que le da al empleado da mejor resultados. El bonus sería complementario".
Raúl del Pozo, CEO de Cink Emprende, advierte que el intraemprendimiento aún está en estado embrionario, y que, como norma general, cuando se le propone al empleado este suele pensar que supondrá un esfuerzo extra por el que no querrá pasar "y que, además, no le va a llevar a ningún sitio". Eso mismo opina Javier Pimentel, director de Transformación Digital de Caser, quien apunta que, en materia de innovación, "no es operativo depender del empleado, que siempre se mostrará muy ocupado".
Miguel Ángel Victoria, gerente de Innovación Empresarial en Orange también está convencido de que los premios "no funcionan, es flor de un día" y que lo que más motiva "es que quien tenga una idea colabore en su desarrollo, saliendo de su monotonía, construyendo algo creativo".
Con carácter general, los expertos están de acuerdo en que las grandes empresas deben implementar con el tiempo este proceso de emprendimiento corporativo, "como ha hecho Google", recuerda Del Pozo, quien remacha: "A corto plazo, agentes externos, pero a largo el empleado interno". Pimentel reafirma esta idea y señala que el CEO puede pedir ideas a sus empleados, pero el modelo ideal debe ser mixto, "con las ideas y capacidades de la casa y otras ideas que se desarrollen fuera".
Con Martín García Vaquero, CEO del Foro Innovación, como maestro de ceremonias, este evento también contó con la participación puntual de Rosario Rey García, directora general de Economía y Política Financiera de la Comunidad de Madrid, quien aprovechó la cita para defender la necesidad de facilitar marcos de encuentro entre empresarios, investigadores y universidades, tanto públicas como privadas, con el fin de potenciar la innovación.
La también presidenta de Avalmadrid se felicitó, por otra parte, de que los procesos actuales de innovación se están empezando a entender como una oportunidad para reducir riesgos, al tiempo que ya no solo vinculados a los resultados más o menos inmediatos. "También como una palanca para el cambio dentro de las empresas y como pequeñas tasas de retorno de la inversión realizada", agregó.
Para Rey García, más que nunca es preciso que la innovación "esté en el adn de las empresas", con mensaje añadido para las pymes, a quienes recordó lo acertado de trabajar en modelos de innovación abiertos, “en los que juegan un papel principal actores externos".