Rodea Palomares y su equipo han sido finalistas en la 5ª Edición de los Premios a la Innovación que la Fundación Sacyr dedicó este año a la mejor startup del sector de la construcción y servicios. Su creación aporta soluciones innovadoras a la lucha contra microorganismos patógenos desarrollando aplicaciones para incorporar propiedades antimicrobianas en cualquier tipo de material.
En una palabra…
El proyecto genera una familia de materiales protegidos contra el crecimiento y floración microbiana.
¿Cómo ves actualmente la innovación en España?
La situación ha mejorado mucho en estos últimos años, pero todavía es difícil porque hay un salto muy grande entre las necesidades de financiación y las posibilidades reales de encontrar los distintos estamentos de inversión, los llamados ‘business angels’ que hacen falta antes de poder llegar a recurrir a los bancos, que deberían ser la última opción y solo para expansión empresarial.
Pero al principio hace falta dinero, y a veces más del que es posible recaudar…
Sí, en España lo más escaso es el ‘capital semilla’ que entra en un nivel de riesgo mucho más alto, cuando aún el modelo de negocio no está validado y en España este tipo de capital escasea bastante.
¿Qué necesita un emprendedor para enfrentarse a la incertidumbre del principio?
Lo que el emprendedor necesita es un cambio de mentalidad, pero también formación de la gente que puede ayudar al emprendimiento. Me refiero a los inversores. Hay mucha gente que le gustaría invertir pero no sabe exactamente cuáles son los criterios para valorar una startup que está empezando. Hace falta tiempo y desarrollo.
¿En qué espejo debe mirarse España?
En Estados Unidos llevan mucho tiempo con esto, aquí acaba de empezar por así decirlo y falta formación tanto del emprendedor y también del inversor; sobre todo el primero debe ser profesional y saber qué es lo que tiene que pedir al emprendedor, y no otra cosa, porque mientras tanto se está ahogando.