A la hora de ponerse en el raíl del emprendimiento son muchas las dudas que pueden asaltarte, sobre todo las relacionadas con el medio o el canal de tu negocio. Tu idea necesita de un espacio y éste antiguamente sólo podía ser físico, hoy día hablamos también del virtual. O lo que es lo mismo, deberás elegir si emprendes offline u online.
El quid de este artículo no es tanto la relación entre ventajas y desventajas, sino las posibilidades que ofrece ser online y lo que realmente es más idóneo para tu idea de negocio.
Por ello, lo primero que debes plantearte es qué tipo de emprendedor eres. ¿Tienes conocimientos sobre internet, el e-commerce o el uso de aplicaciones online o al menos estás interesado en ello? Si tu respuesta es afirmativa, puedes empezar a pensar en que el mundo de la WWW puede ser un lugar para tu negocio.
Sin embargo, si eres de aquellos que se atascan cuando tienen que introducir una URL, o si ni siquiera sabes lo que significa este término, necesitarás replantear tu idea de negocio.
Asimismo la naturaleza de tu negocio determinará la posibilidad del tipo de emprendimiento que tendrás. Aquellos negocios de consumición inmediata, véase una panadería, una peluquería o un bar, son sensibles de emprendimiento físico u offline.
¿Significa esto que tu negocio está condenado a estar fuera de ese mar de datos llamado internet? En absoluto. Tu presencia online no significa que tu negocio deba realizarse indiscutiblemente en la web. Puedes tener un negocio físico y utilizar la web para proporcionar servicios a distancia. Este sería el caso de una pastelería que admitiese encargos por su página web o un centro de masajes que concertase citas online.
No olvides que internet es una red de miles de millones de usuarios y que la exposición de tu negocio será mayor que si sólo repartes panfletos promocionales por tu vecindario. Sin embargo, valora el precio y el trabajo que requiere tener una página web o estar presente en las redes sociales. Los que trabajamos en ello sabemos lo esclavo del negocio.
Tras todo esto, empieza a plantearte sobre la necesidad de un espacio físico para tu negocio. Estamos en 2015, ¿estás seguro de que necesitas una tienda con una campañilla que suene al abrir la puerta? Trabajar online te puede servir para ahorrar esos costes de local o sede de empresa.
Pero si vas por lo online, no olvides que, como dice el refrán, lo poco agrada y lo mucho enfada. En los inicios de tu proyecto, lo más probable es que los gastos sean proporcionales al tamaño de tu negocio. No empieces a gastar dinero en las últimas y más trendys herramientas de analítica web para controlar el SEO y SEM de tu empresa, o dejarte los ahorros de un mes en el diseño más bonito de tu web. Todo con medida.
Recuerda que tu negocio se basa en la ganancia. Perder dinero no es una opción y mucho menos malgastarlo. Porque por mucho que quieras que tu negocio sea como el de las grandes empresas del país, los comienzos son difíciles y aunque tengas pérdidas al principio, éstas deben corresponderse a inversiones inteligentes.
Por tanto, reflexiona sobre si tu negocio es adecuado para internet y si lo es aprovéchalo al máximo. Al mismo tiempo tu conocimiento sobre lo online te dará una ventaja para poder emprender en la web o te hará que sigas en el mundo analógico.
Piensa también en las posibilidades en cuanto a publicidad que ofrece el mundo de la WWW y el ahorro que supone no tener una oficina. Pero al mismo tiempo gasta en inversión en internet de manera inteligente, siempre que tu negocio realmente lo necesite.
Ahora ya puedes plantearte si quieres ser un emprendedor 3.0 o seguirás anclado a la vieja caja de efectivo.